Para nadie es un secreto que la desigualdad en nuestro país es un reto que hemos vivido desde siempre, los números suben y bajan, los datos de pobreza crecen, la tasa de desempleo es cada día más preocupante, el salario mínimo parece una broma, y podríamos mencionar infinidad de cosas que nos recuerdan  lo difícil que es vivir en un lugar en donde las oportunidades parecen cada día menores.

Pero, ¿qué pasa en aquellos lugares en donde la injusticia y la desigualdad son más notorias? Alguna vez te has preguntado, ¿cuánto debe ganar tu Presidente Municipal? O, ¿qué actividades son las que realizan él o parte de su equipo de trabajo? ¿Alguien los supervisa? ¿Notas realmente su trabajo? Especialmente los puestos de servidores públicos, en donde muchas personas son nombradas por el famoso “dedazo” o “palanca”, que lejos de beneficiar al pueblo, únicamente se benefician aquellos que están dentro del poder.

En Tlatlauquitepec, no estamos muy alejados de esta realidad, en donde los sueldos de algunos de nuestros servidores públicos ascienden a los 50 mil pesos sabemos que muchos de ellos, ejercen su labor de manera honrada y son personas que están al servicio de quienes se acercan a solicitar apoyo,  ayuda o cualquier tema que tenga que ver con sus puestos, pero desafortunadamente la gran mayoría de los casos no son así.

Aunado a esto y a los sueldos que reciben, están también los puestos “fantasma”, sí, aquellos que solo existen en un registro, puestos de personas que nunca se les ha visto por las oficinas gubernamentales, personas que reciben hasta 17 mil pesos por llenar espacios en blanco y que incluso, sus intenciones son las de escalar un puesto de mayor jerarquía, como el de llegar a ser la próxima figura presidencial, ¿haciendo qué? Lo mismo nos preguntamos nosotros, los que vemos y vivimos de cerca cada día la injusticia de un gobierno que destina recursos a personas que solo existen al momento de cobrar la nómina o bien,  al hacer frente en algún evento, esto, para justificar ante todos que efectivamente los puestos en que mayormente se invierte “sí existen”.

Po otro lado,  dentro de este sistema, se encuentran artesanos, comerciantes, emprendedores, negocios locales, campesinos, agricultores, personas que trabajan por honorarios, personas que en el mejor de los casos reciben el salario mínimo y en el peor de los escenarios $18.50 por hora laborada, esto sumando a que en la mayoría de los casos son menores de edad los que ya empiezan a laborar en condiciones extremas, percibiendo el mismo salario e incluso menos, sin acceso a educación y ni pensar en las prestaciones que a diferencia de nuestros servidores públicos (que muchas veces tienen adicionales a las de la LFT o que ellos mismos por “su poder” se otrogan), no cuentan ni siquiera con seguro social y que por su puesto, su jornada laboral llega a ser hasta de 12 horas o más, esto, considerando que la precariedad de los empleos no es exclusiva de los ingresos, si no, la gran parte reside en las condiciones laborales.

Cada día nos preguntamos en qué parte de un trabajador promedio y común, reside la justicia, hasta qué punto hay que llegar para obtener un trabajo medianamente remunerado, e incluso, con quién tenemos que “codearnos” para estar dentro de la nómina de un gobierno, que como es claro, destina recursos a puestos que o no son necesarios, o no cumplen con el perfil que  se requiere para desarrollar las actividades que el mismo puesto exige, cuántas horas hay que pasar de pie tras un caja registradora para que los altos mandos noten el esfuerzo, cuánto hay que recorrer para ofrecer un producto o servicio y que además tengamos que escuchar “¿cuánto es lo menos?”, cuando realmente a quién deberíamos hacerle ese tipo de cuestionamientos, es a todos los que están inmersos en un sistema burócrata respaldado por grupos de poder, que reiteramos, pareciera que buscan exclusivamente su beneficio, porque a menos que exista una justificación muy poderosa de lo que hacen y no hacen es cómo podríamos  darles en el último de los casos, el beneficio de la duda.

Conoce a cuánto asciende el sueldo de nuestros servidores públicos.

[pdfviewer width=»600px» height=»849px» beta=»true/false»]https://laruleta.com.mx/wp-content/uploads/2017/06/sueldos2017.pdf[/pdfviewer]