Hace algunos días mientras viajaba en el transporte público, no pude evitar escuchar la conversación de dos señores, que entre burlas y carcajadas se compartían las fotos de una conocida jovencita del municipio e incluso se comentaban que más tarde tendrían más fotos que descargarían de una página en Facebook, en la que de manera regular van exponiendo a niñas sin importarles la edad o el gran problema que les puedan causar y del cual les será prácticamente casi imposible que puedan salir.

En los últimos meses, han surgido diversas páginas —que no mencionaré— y que su principal objetivo es denigrar a las mujeres de Tlatlauquitepec y si bien es cierto, en el caso de nuestro estado y principalmente de nuestro municipio, me preocupa la manera en que estos sitios de Internet aumentan su audiencia y su contenido.

Al parecer, cuando suben las fotos de alguna joven y ésta les pide que por favor sean eliminadas de las páginas, los administradores, de manera estratégica le piden otras diez fotografías de otras diez chicas  para que puedan ir generando cada vez más contenido y así cada vez más mujeres se ven  involucradas en esta problemática, sin embargo, son innumerables las razones que hacen más grande este fenómeno social y no, no todo es prono-venganza como siempre se argumenta.

Entiendo que cualquiera puede culpar a las niñas por tomarse fotos en esas condiciones, sin embargo, se tiene que aceptar la realidad que es algo que le puede a ocurrir a cualquier jovencita de cualquier familia teniendo en consideración que en nuestro país uno de cada cinco jóvenes practica  el envío de fotos personales a través de sus celulares o sexting —como bien se le denomina— y que además el hecho de hacerlo, no les da el derecho a otras personas de difundirlas como si fueran cualquier cosa, en un ejemplo tan básico como el que su novio se las pida y ella por tener una estabilidad en la relación además de sentirse “enamoradas”  se las manden dándole toda su confianza. De esta manera podrían ser muchísimas las historias que apuntan a la misma dirección, incluso de mujeres que no tienen ni idea de que han sido fotografiadas y que de alguna manera también se tiene contenido de ellas.

Lamentablemente estos delitos todavía no se castigan y es muy difícil dar con quienes son los responsables, sin embargo, hoy pido la palabra para hacer un llamado a todos aquellos que de algún modo son parte: compartiendo, difundiendo e incluso siendo espectador, pues el día de hoy es burla y el día mañana se podría ser víctima de este delito de manera directa o con algún familiar.

Afortunadamente ya existen asociaciones civiles que se han conformado para abatir y de alguna manera apoyar a las mujeres involucradas y afectadas, además de exigir a las autoridades el marco jurídico para que se castigue a quienes sean responsables de estos delitos, pues una vez que su contenido es publicado en internet es prácticamente imposible eliminarlo. Para muchos puede parecer divertido, no obstante puede ser una forma de arruinarle la vida por completo a alguien.

Muy agradecido por su tiempo, le mando como de costumbre un cálido saludo y  le invito a formar parte de este espacio con su respetuosa opinión o sugerencia, gracias.