El asalto de ferrocarriles ha aumentado de manera significativa en el último año, sobre todo en la región colindante entre los estados de Puebla y Veracruz.

El pueblo de Acultzingo, en el estado de Veracruz, es considerado la capital mundial del robo de trenes.

Esto, de acuerdo con un reportaje reciente de Bloomberg, en el que se documentaron 521 «crímenes contra trenes de carga» en aquel poblado al este de la Ciudad de México, en la zona fronteriza entre los estados de Veracruz y Puebla.

«Acultzingo no es solo la capital del robo de trenes de México sino, posiblemente, del mundo», señala el citado medio, en el cual se asegura que la situación se ha hecho especialmente insostenible para la industria automotriz.

Uno de los métodos más comunes utilizado para robar el contenido de los vagones es dañar las vías con el fin de descarrilar los trenes de carga. Para ello, los delincuentes montan barricadas sobre las vías, lanzan grandes piedras desde puentes o modifican el curso de las vías.

Con el tren detenido, cientos de personas se aproximan con camionetas para descargar las mercancías que transporta el tren y perpetrar el robo. Las mercancías pueden ser desde tequila, zapatos o papel higiénico hasta electrodomésticos o semillas.

«Saben en qué momento atacar el tren y en qué momento lo pueden hacer», dijo hace un año Jesús Morales, secretario de Seguridad Pública de Puebla, otra de las entidades donde el robo de trenes se ha convertido en una constante.

En mayo pasado, el Gobierno de Veracruz anunció la instalación de una base militar en Acultzingo, en la zona montañosa, con el fin de detener el alto índice de robos contra ferrocarriles.

El Gobierno estatal, incluso, ofreció una recompensa de 5 millones de pesos a quien proporcionase información para capturar a Roberto de los Santos de Jesús, alias ‘El Bukanans’, líder de una organización criminal dedicada al robo de trenes.

Un problema a nivel nacional
Pero aunque Veracruz y Puebla se ubican en primer y segundo lugar a nivel nacional en el robo de trenes –con 276 y 230 robos en 2017, respectivamente– no son los únicos estados donde se vive este fenómeno, ya que entidades como Guanajuato, Querétaro y Coahuila también presentan una alta incidencia en este tipo de delito

En este sentido, tan solo en el primer trimestre de 2018, se registraron 852 robos y otros 2.519 «actos de vandalismo» como la destrucción de vías, de acuerdo con un reporte de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes. Estas cifras representan un aumento del 582% respecto al mismo periodo del año anterior. En todo 2017 se documentaron 1.752 robos a trenes.

De acuerdo con investigaciones de la División Científica de la Policía Federal, células de bandas de narcotraficantes como el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), Cártel Santa Rosa de Lima, La Nueva Familia Michoacana y Zetas, están detrás de los robos y descarrilamiento de trenes en el centro del país.

Aunque no existe un monto oficial sobre las pérdidas económicas que deja el robo de trenes, en 2016 las aseguradoras pagaron casi 100 millones de dólares a los afectados, según la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros.