Autoridades reconocen la urgencia de fortalecer la atención psicológica y anuncian la apertura del Ceposami, un centro integral para niñas, niños y adolescentes.

Entre enero y julio de 2025, Puebla registró 32 suicidios de menores de edad, lo que representa más de una cuarta parte de los 123 casos reportados en la entidad. Expertos en salud mental alertan sobre la necesidad de atención temprana y acompañamiento profesional para prevenir estas tragedias.

Puebla vive una crisis silenciosa en la salud mental de sus menores. Astrid, hoy de 20 años, recuerda con dolor cómo a los 11 años la depresión y situaciones de acoso la llevaron a consumir alcohol y tabaco, mientras se sentía aislada y sin nadie con quien hablar. Fue hasta los 13 años que encontró ayuda en Mega Help, organización poblana dedicada a apoyar a jóvenes con ansiedad y depresión. Gracias a terapia psicológica, actividades recreativas y acompañamiento constante, Astrid logró superar su depresión y hoy estudia una carrera técnica en idiomas, con el sueño de enseñar en un kínder.

Pero no todos los casos tienen un final esperanzador. Juan, un niño de 7 años, se quitó la vida en febrero en Zacatlán debido al bullying que sufría en la escuela. Historias como la de Juan reflejan un problema creciente: de los 123 suicidios registrados entre enero y julio, 32 correspondieron a menores de edad. De estos, nueve eran niños y niñas de 10 a 14 años, y 23 adolescentes de 15 a 19 años.

El secretario de Salud, Carlos Alberto Olivier Pacheco, y la directora del Centro Poblano de Salud Mental Integral para Niñas, Niños y Adolescentes (Ceposami), Umi Choda Morales, señalaron que los factores detrás de estas muertes incluyen depresión, ansiedad, distimia y trastornos del neurodesarrollo. Choda Morales calificó la cifra como “alarmante” y enfatizó la necesidad de atención especializada desde edades tempranas.

El Ceposami será inaugurado el 18 de septiembre en Casa Puebla y ofrecerá atención integral y gratuita a menores con problemas de salud mental. Se trata de un modelo único a nivel nacional que busca reducir las tasas de suicidio y dar seguimiento profesional a los casos. Entre los problemas más frecuentes identificados en menores están los trastornos del neurodesarrollo y afectivos, que derivan en ansiedad, depresión, distimia, autismo y retraso mental leve. Entre los factores detonantes, los especialistas destacan la limitación de actividades, perturbaciones de la atención, uso excesivo de tecnología y consumo de alimentos ultraprocesados.

Las cifras confirman la magnitud del problema: solo en los servicios de pediapsiquiatría de la Secretaría de Salud, de enero a la fecha se han atendido 992 menores con ansiedad y depresión, con un promedio de 125 por mes. En los últimos cinco años, los suicidios en Puebla han oscilado entre 291 y 370 casos anuales, lo que subraya la urgencia de reforzar la prevención y atención en salud mental infantil.