Aun que públicamente Mario Delgado Carrillo, dirigente nacional de Morena, es quien presume y grito eufóricamente la victoria en el Estado de México ayer por la tarde noche, la verdad es que posiblemente, nunca dependió de él, dicha victoria siempre estuvo más allá de sus alcances políticos.

La victoria de Delfina Gómez Álvarez, se ganó de una forma demasiado inteligente y con madurez política, pero, sin demeritar el gran trabajo y estrategia electoral de la maestra Delfina y su equipo político, existe la posibilidad de que Alfredo del Mazo Maza habría negociado y entregado el Estado de México antes de la elección, no a MORENA, no Mario Delgado, no a Delfina, sino a las circunstancias políticas y al propio Presidente, posibilidad que ya se manejaba en los pasillos de las oficinas de gobierno en Toluca y retumbaba en presidencia del PRI nacional.

Al final del día, posiblemente del Mazo cumplió y bien, ahora el Presidente tendrá que cumplirle con la supuesta embajada o con una Secretaria de Estado ahora que renuncie alguna de sus «corcholatas» presidenciales, lo que terminaría ratificando dicha idea de su traición al PRI no solo del EdoMex, sino del país.

Algunos posiblemente coincidan conmigo y otros no, pero esto es sencillo.

Analicemos querido lector…

Si tan solo, el gobernador Alfredo del Mazo hubiera operado, o mínimo, hubiera asistido a alguno de los eventos realizados por Alejandra del Moral, donde cabe señalar que no se presentó ni al arranque ni mucho menos al cierre de campaña, lo que habría bastado para ganarle a MORENA posiblemente con muchas dificultades pero al menos con la mínima diferencia.

Y es que el Estado de México por experiencia y por tratarse del bastión político del Grupo Atlacomulco, no podía poderse de esa manera, así tan fácil, así de simple, solo a través de acuerdos serios, inteligentes y a conveniencia.

Pero así es el arte de hacer política, la entrega del Estado de México se planeó y consumó desde Palacio Nacional meses atrás, posiblemente cuándo Alejandro Moreno se vio acorralado por su pasado y Alfredo del Mazo habría tomado la decisión de darle la espalda y sepultar al PRI para dejarlo con la ridícula cantidad de 2 estados para gobernar.

Pero no podemos olvidarnos de Alejandra del Moral, a quien no sería justo señalarla como la gran perdedora, todo lo contrario, con la frente en alto salió y dio la cara representando a un gran equipo de hombres y mujeres que la acompañaron hasta el final, pero nunca, reconociendo una derrota, sino reconociendo a la nueva gobernadora por el bien del estado y al mismo tiempo, entendiendo con madurez, el abandono y la trancón de quien pudo haber evitado dicha tragedia.

Así que podemos decir que, repito, sin demeritar, la candidata de MORENA no gano así de simple el Estado de México, por supuesto que hizo un gran trabajo, menos Mario Delgado Carrillo, sino que tal vez, resultaron beneficiados como actores de la estrategia política en Palacio Nacional y la acertada decisión de Alfredo del Mazo, quién con esto, asegura su tranquilidad después de su gobierno tal y como lo hizo posiblemente Enrique Peña Nieto, quien goza de cabal tranquilidad en España sin ser tocado por el actual gobierno.

Una nueva historia de traición se ha escrito en el PRI mexiquense y es que en la balanza política de del Mazo, gano mucho más negociando con el presidente que haciendo ganar al PRI.

Bien lo dijo Maquiavelo, “… el fin justifica los medios”.