Este pueblo mágico se inunda con aroma a café tostado cuando los beneficios llevan a cabo ese proceso, es un aroma que invade el parque y abre el antojo de disfrutar una exquisita taza de café, acompañada de una interesante charla con los amigos.
Ese olor tan delicioso que emana del café tostado, es algo muy característico de toda la región, pero es Tlatlauqui el lugar que se llena casi cada semana de este sugestivo aroma que invade y activa los antojos de habitantes y turistas.
Este café se siembra, se corta, se despulpa, se seca, se tuesta, por último se muele y empaqueta. Aquí es todo el proceso, y eso lo hace aún más atractivo para su consumo.
Gracias damos a la vida y a el creador por habernos permitido nacer en estas mágicas tierras llenas de vida y abundancia, tierras rebosante de beneficios para los que las habitamos, y entre esos manjares que ofrecen, son su altura y temperatura idónea para poder deleitar las tardes con una buena taza de café americano o de olla.