Sí, sabemos que no son los más agraciados, que pueden llegar a causarnos terror, desagrado y en algunos de nosotros cierto grado de repulsión, pero por muy antiestéticos que los veas, en realidad son unos animalitos que hoy en día se encuentran en peligro de extinción, y no por la falta de reproducción, en realidad, su principal enemigo, no está en peligro de extinción y puede ser aún más destructor y agresivo que ellos, el hombre.

Estos animales, mejor conocidos como “tlacuaches”, se encuentran en casi toda la geografía mexicana, siendo muy pocos estados los que realizan campañas para conservar la especie, que las personas los ahuyenten de sus vidas y por supuesto que sean asesinados. Aunque, en la cadena alimenticia y en su instinto por sobrevivir, llegan a comer de todo, desechos de comida, plantas y cuando se trata de un buen banquete, pueden comerse hasta una gallina, lo que los convierte en un peligro para quienes tienen este tipo de animales en sus hogares.

El tlacuache, al igual que los canguros, cuentan con una bolsa dilatable bajo en vientre que se considera una segunda bolsa que es utilizada para proteger y guardar sus crías. Además de contar con cinco dedos (que podría decir que son tan hábiles como nosotros), tienen un mecanismo de defensa que, podría definirse como un “estado de coma”, simulando estar muertos, lo que indica al depredador que ha perdido a la presa por completo.

Además de ser foco rojo de extinción por ser considerados un peligro, también son presa de interés por su piel, grasa y carne, ya que son usados como fuente de curación para la artritis y/o infecciones estomacales, entre otros males, sin embargo, está prohibido comerciar con ellos.

Así que ya lo sabes, la próxima vez que te topes con uno, respira, relájate y toma otro camino o simplemente deja que él se aleje de ti, recuerda que es la única especie de este tipo en nuestro país y que su intención no es lastimarte, probablemente se “haga el muerto” antes de llegar a ti.