El gobierno federal refuerza la vigilancia sanitaria en la entidad para contener la expansión de la plaga detectada en estados vecinos; ganaderos exigen freno a rastros clandestinos.
El estado de Puebla fue declarado por el gobierno federal como “zona buffer” para prevenir el ingreso del gusano barrenador del ganado, una plaga que resurgió en México después de décadas de haber sido erradicada y que representa una amenaza directa para más de 50 mil cabezas de ganado en la región oriente de la entidad.
La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER), en coordinación con autoridades estatales, estableció medidas de contención debido a la cercanía de Puebla con zonas donde ya se ha confirmado la presencia del gusano barrenador del ganado (Cochliomyia hominivorax), específicamente en Veracruz y Oaxaca. Estas acciones buscan evitar la propagación de la plaga, que ataca a animales de sangre caliente provocándoles heridas que pueden resultar letales.
Fernando Patiño García, presidente de la Unión Ganadera Regional de la Sierra Oriente de Puebla, advirtió que la presencia de esta plaga en entidades vecinas ha encendido las alertas entre los productores pecuarios. “Estamos hablando de un problema que puede poner en riesgo la salud del hato ganadero y también la economía de miles de familias que dependen de esta actividad”, expresó.
La declaración de zona buffer implica un refuerzo en la vigilancia epidemiológica, la instalación de cercos sanitarios y la inspección del tránsito de animales entre entidades. El gobierno del estado ha destinado 30 millones de pesos para fortalecer los controles en puntos estratégicos y modernizar la infraestructura dedicada a la sanidad animal.
Paralelamente, el sector ganadero ha solicitado al Congreso local una reforma urgente a la Ley Ganadera del estado, con el objetivo de frenar la proliferación de rastros clandestinos. Estos lugares, al operar sin supervisión sanitaria, representan un riesgo potencial para la entrada y propagación del gusano barrenador.
El parásito, en su fase larval, se introduce en heridas abiertas del ganado y se alimenta de tejido vivo. Esta condición, conocida como miasis, compromete la salud del animal, deteriora la calidad de la carne y puede ser mortal si no se atiende a tiempo. Además del impacto en la producción, su aparición ha generado la suspensión de exportaciones en entidades como Chihuahua y Sonora.
Ante este panorama, Puebla se convierte en un frente estratégico en la contención de la plaga. Las autoridades estatales y federales, junto con los productores locales, reiteraron su compromiso de mantener al estado libre del gusano barrenador del ganado y proteger la economía de miles de familias dedicadas a esta actividad.




