Este ejemplar macho fue elegido en 1976 para ser parte del programa de crianza en cautiverio. Gracias a su dedicación, ahora hay más de 2.000 ejemplares de tortugas gigantes de Galápagos.

Diego y otras catorce tortugas vuelven a su hábitat natural de la isla Española en el archipiélago de las Galápagos luego de varias décadas de reproducirse.

Los científicos estiman que, por su procedencia y estudios genéticos realizados en los últimos años, el 40% de las tortugas que volvieron a la isla Española, son sus descendientes. El guardaparque Freddi Villalba calcula que esta tortuga gigante puede haber engendrado unas 1.000 crías con las que se repobló la isla.

Diego tiene más de 100 años, pesa 80 kilos y puede medir hasta 1,5 metros en su máximo estiramiento, y ahora se ganó un merecido descanso. Las autoridades de la dirección del Parque Nacional Galápagos informarán este martes más detalles de este “histórico momento”.