La palabra que más escucharemos y leeremos en los próximos meses es “encuesta” que como sabemos es un procedimiento que consiste en una serie de preguntas, las cuales son realizadas a unas cuantas personas y el resultado sirve para saber qué es lo que piensan o sienten justo en ese momento hombres y mujeres de determinado lugar que puede ser un pueblo, región o una nación completa.

Nada de lo que nos diga el resultado de una encuesta es algo definitivo, solo es temporal. No se puede dar por hecho. Todo cambia demasiado rápido.

Una encuesta bien hecha considera muchísimos factores, pues de la manera en que se realice depende si hay que creer en ella o no. Para eso primero se debe tener en cuenta el número de personas de las que se quiere saber su opinión, pero como es difícil preguntarles a todas entonces solo se hace con un pequeño grupo, al que se le llama “muestra” y con esa muestra vamos a suponer que es lo que opinarían todos en conjunto.

Es decir, por lo que digan pocos creeremos que lo dijeron todos.

Los autores* de los temas de investigación concluyen que una muestra representativa se realiza mínimo con el 10% del total de la población a estudiar, por poner el ejemplo en cuestiones electorales que desean saber la intención del voto en un municipio con un padrón de treinta y ocho mil electores; para que los resultados de una encuesta sean aceptables le deben haber preguntado al menos a tres mil ochocientos personas, haberse asegurado de que tienen credencial para votar vigente, que pertenecen al municipio en cuestión y que sí van a votar. Si no tienen esos elementos, es una encuesta que puede caer en el terreno de las especulaciones pues su margen de error sería amplio y su credibilidad baja.

Una encuesta confiable tiene un elevado costo económico, requiere de tiempo y procedimientos científicos verificados, las empresas que se dedican a estos temas deben contar con la aprobación de las autoridades en materia electoral y tener un registro que les permite realizar este tipo de estudios**

Después de lo anterior cuando aparezca frente a nosotros los resultados de una encuesta debemos cuestionar una serie puntos para saber si cuenta con los elementos necesarios para que la podamos creer. Metodología, que dirá el tiempo en el que se realizó y cuantas personas entrevistadas. Cuáles fueron las preguntas realizadas y señalado el margen de error.

Si no contiene mínimo lo anterior podemos pensar que nunca se realizó y solo es una mentira promocional que busca sesgar la participación de los ciudadanos.

* Hernández Sampieri, Roberto et al. Mc Graw Hill 2010 5ta Edicion.

Post-Data. Las encuestas también se realizan para poder tomar decisiones, las empresas las ocupan para saber si los productos antiguos siguen siendo del agrado de los consumidores o ya quieren nuevas y mejores opciones; y en base a lo que resulte puedan saber si van a seguir fabricando lo mismo de siempre o evolucionan a nuevas y mejores ofertas. Para eso eligen con mucho cuidado a quienes les van a preguntar, es decir escogen su muestra, pues es probable que si le preguntan a personas mayores opten por lo de siempre aunque ya no sirva, pero si le preguntan a los jóvenes puedan emitir una opinión donde su dinamismo les indique que ya es necesario evolucionar a nuevas propuestas comerciales.