A propósito del pasado 16 de septiembre, fecha de vital importancia para los mexicanos, para celebrar y conmemorar uno de los acontecimientos más importantes de nuestra historia, evidentemente me refiero a la Independencia de nuestro país ante el hartazgo de las injusticias cometidas por el yugo español quienes nos invadieron años atrás cuando en México ya existía una sociedad constituida, económica, política y socialmente. Por fortuna es esta fecha la que marca una gran diferencia hasta nuestra actualidad, si bien el proceso de construcción de esta nación ha sido difícil y en muchas ocasiones se ha visto viciado por momentos dolorosos para los mexicanos, pero también ha habido otros que nos permiten día con día sentirnos orgullosos de ser mexicanos.
En primer lugar quisiera decir que el orgullo del que me refiero va mas allá de sus malos gobiernos, de la gente que sólo se queja pero que no propone, de quienes se encargan de desprestigiar y descalificar a todo lo que nos identifica. De manera constante se lee, se escucha, se dice que no hay nada que celebrar, yo creo que sí, sí hay que celebrar a quienes han dado su vida por una mejor estabilidad, a quienes cada mañana se levantan con la esperanza de salir adelante, de aquellos que no se conforman con lo que tienen y que además ayudan a sus semejantes, a las personas que sienten en su pecho el sentimiento nacionalista y que saben que para ver cambiar el mundo de manera positiva hay que cambiar empezando por uno mismo a la manera de Gandhi.
Quizá piensen que soy un ingenuo por pensar de esta manera, sin embargo, es mi convicción y es lo que espero transmitir. Es cierto, a muchísimos mexicanos ese orgullo les dura un día pero no por eso significa que tenemos que generalizar, los motivos sobran así como las razones.
Como mexicano me siento orgulloso de serlo por las hermosas vistas que nos regala nuestra diversidad geográfica, los paisajes naturales, las bellezas arquitectónicas, la maravilla del mundo que poseemos y así de norte a sur, de extremo a extremo, cada estado defendiendo su belleza con su gran diversidad, de nuestra gastronomía que es parte del patrimonio mundial de la humanidad, así como las ciudades que también se encuentran incluidas en esta titulo conferido por la Unesco, nos sentimos orgullos de nuestra biodiversidad, de nuestros símbolos patrios, de nuestra cultura y nuestras tradiciones, de los mexicanos que trascienden por el mundo y ponen en alto el nombre de México.
Podría continuar en este listado, pero no me alcanzan estas líneas para hacerlo, también puede que piensen que es un tema trillado, no obstante la intención es mostrar una postura en la que mientras el mundo atraviesa una crisis en muchos sentidos, en la que todos mencionan solo malo y se olvidan de lo bueno sabiendo que son más las razones positivas.
Hoy quiero pedir la palabra para fomentar a todos aquellos que se sienten traicionados por nuestros representantes, que se han desmotivado y que simplemente ya se conforman con lo que hay, a sentirse muy orgullosos de esta tierra azteca por las razones que menciono y por las que me falta por mencionar, a ser consientes de lo que tenemos y de lo que podemos, sé que no es fácil, pero como siempre lo menciono a mis conocidos, grandes esfuerzos dan grandes resultados, ese debe ser nuestro compromiso, nuestro compromiso con México.




