El ataque con más de 150 disparos desató una crisis de seguridad en el Triángulo Rojo

Puebla, Pue.— La violencia volvió a sacudir al estado de Puebla luego de que tres policías municipales fueran asesinados la noche del domingo 2 de noviembre en el municipio de San Salvador Huixcolotla, ubicado en la zona conocida como el Triángulo Rojo, una de las regiones más peligrosas de la entidad por la presencia de grupos dedicados al robo de combustible y al crimen organizado.

De acuerdo con los primeros reportes, los uniformados fueron emboscados sobre la carretera federal a Tehuacán cuando un comando armado, a bordo de dos camionetas blancas, les cerró el paso y abrió fuego sin dar oportunidad de respuesta. En total, la Fiscalía General del Estado (FGE) contabilizó 154 casquillos percutidos en la escena.

Las víctimas fueron identificadas como Roberto Pérez Trinidad, Arturo Jiménez Ortigoza y la comandante Yusami Monterrosas Apolinar, quien fue trasladada con vida al Hospital General de Tecamachalco y posteriormente a la capital poblana, donde falleció a causa de las heridas.

Ola de violencia y renuncias en la policía municipal

Tras la emboscada, más de 10 elementos de la Policía Municipal presentaron su renuncia, lo que generó un vacío de seguridad en la región. En respuesta, la Secretaría de Seguridad Pública estatal desplegó a las Mambas Negras, un grupo de élite con adiestramiento táctico, para reforzar el control y garantizar patrullajes permanentes.

El secretario de Seguridad Pública, Francisco Sánchez González, confirmó que la vigilancia del municipio quedará a cargo del estado “hasta que se recupere el orden y la confianza de la ciudadanía”.

Investigaciones y presuntos responsables

Fuentes de seguridad señalan que el ataque estaría relacionado con “La Operativa Barredora”, célula armada que opera en la zona y que habría difundido un video en redes sociales mostrando el ataque y una manta con las siglas CJNG, en alusión al Cártel Jalisco Nueva Generación.

Peritos de la FGE levantaron múltiples indicios balísticos y una manta con amenazas dirigidas a corporaciones municipales, la cual fue asegurada para su análisis pericial.

Un corredor bajo asedio

El Triángulo Rojo comprende los municipios de Tepeaca, Quecholac, Acatzingo, Palmar de Bravo, Tecamachalco y Acajete, atravesados por las carreteras Amozoc–Perote y Arco Norte, consideradas estratégicas tanto para el transporte de carga como para las operaciones del crimen organizado.

El múltiple homicidio provocó alarma entre autoridades locales. Los alcaldes de Huixcolotla y Eloxochitlán solicitaron protección personal tras recibir amenazas, mientras que el Ejército mexicano asumió el control de la zona y mantiene operativos de vigilancia para prevenir nuevos ataques.

La Fiscalía estatal continúa las investigaciones para ubicar a los responsables de la emboscada que, una vez más, evidencia la vulnerabilidad de las fuerzas de seguridad en una región marcada por la disputa de grupos criminales.