El gobierno federal anunció que la reducción de la jornada laboral de 48 a 40 horas semanales se aplicará de manera gradual a partir de 2027, con la meta de concretarse por completo en 2030. La propuesta contempla disminuir dos horas por año sin afectar salarios ni prestaciones, permitiendo que trabajadores y empresas se adapten de forma progresiva a este nuevo esquema que busca mejorar la calidad de vida de millones de personas.
Aunque existe respaldo desde distintos sectores, la reforma aún debe ser aprobada por el Congreso para convertirse en ley. De avanzar según lo previsto, 2026 será un año de transición para que los empleadores ajusten procesos y horarios. La iniciativa representa uno de los cambios laborales más importantes de las últimas décadas en México, al alinearse con estándares internacionales de bienestar y productividad.



