Cuando se efectúan comparaciones turísticas o incluso la derrama económica que habitualmente derivan del turismo, una de las principales ventajas que tendremos en uno u otro ligar, será el tipo de territorio que tengamos, sumado a una buena historia por contar y con características irrepetibles.

Por ello en Tlatlauquitepec podemos decir que para nosotros ese resultado es correcto. Nuestros lugares son únicos, no hay otro lugar igual en el mundo, no existe otro Tlatlauqui, no existe otro Jardín de la Sierra como el nuestro, no existe algo similar a nuestro eterno guardián “El Cerro Cabezón”; y qué decir del avistamiento de luciérnagas en nuestro bosque húmedo templado, la cual es un experiencia única por el simple hecho de hacer un viaje en lancha de madera para poder llegar al santuario de estas hermosas especies.

Por lo demás, si ampliamos sólo nuestra mirada a las zonas más cercanas, nos encontraremos también con lugares únicos, además con productos en esencias similares como las tirolesas, el puente tibetano, los miradores, las cascadas, nuestra extensa cultura e historia, nuestra naturaleza, las pozas de agua, montañas, etc.

¿Dónde está entonces el valor para un visitante y elegir uno u otro espacio?

Esta simple pregunta es muy importante para Tlatlauquitepec, porque los prestadores de servicio, habitantes, las zonas o comunidades que logren comprender la idea de ofrecer una experiencia como propuesta de valor, se llevaran no sólo una buena cantidad de turistas sino que mayores niveles de gasto y en consecuencia mejor derrama económica, traducido en empleo y calidad de vida.

En esencia esa es la reflexión que importa para nuestra gente que vivimos aquí en Tlatlauquitepec. A mediano y largo plazo, el turismo debe enfocarse no sólo de nuestros atractivos o deseos personales, sino también de las tendencias turísticas, de un mayor valor agregado que genere experiencias únicas, irrepetibles y que además motiven al gasto turístico para una mejor calidad de vida.

Lo anterior se logra sin duda con estrategias, trabajo en equipo y de manera asociada, calidad, productos y promoción, pero jamás será sustentable sino valoramos a nuestra gente, nuestros ciudadanos y ciudadanas.

El valor agregado y las experiencias únicas se generan a partir de nosotros, conociendo nuestra historia, nuestros bellos lugares, nuestra oferta y manteniendo siempre una sonrisa como anfitriones. Así la experiencia turística es nuestro mejor valor agregado.

Hoy más que nunca reafirmamos nuestro compromiso con Tlatlauquitepec y el turismo; y desde luego con la de proyectar la imagen de nuestro municipio.

Aprovechamos para agradecer a todas y todos los que han apoyado este proyecto “De Tlatlauquitepec para el mundo”, para la proyección de nuestro municipio a nivel nacional e internacional. Pronto nos volveremos a encontrar con más destinos, personas y sorpresas de nuestro querido Jardín de la Sierra.