Con el cónclave a punto de comenzar este miércoles 7 de mayo en la Capilla Sixtina, crece la expectativa en torno a quién podría ser el próximo Papa tras la renuncia de Francisco. Aunque la elección es secreta y siempre puede haber sorpresas, varios nombres destacan entre los 133 cardenales electores como favoritos por su trayectoria, influencia y visión pastoral.

Uno de los más mencionados es Pietro Parolin, actual Secretario de Estado del Vaticano. Italiano, de 70 años, Parolin es visto como un candidato de consenso, con una amplia experiencia diplomática y un enfoque moderado dentro de la Iglesia.

También suena con fuerza el cardenal Luis Antonio Tagle, originario de Filipinas y de 67 años. Conocido por su estilo cercano a los fieles y su visión progresista, algunos lo consideran el «Francisco asiático» por su afinidad con las reformas del pontífice saliente.

Desde Italia también se perfila Matteo Zuppi, arzobispo de Bolonia y presidente de la Conferencia Episcopal Italiana. A sus 69 años, Zuppi es reconocido por su labor en la mediación de conflictos y su compromiso con los más vulnerables, lo que lo convierte en una figura muy respetada dentro y fuera del Vaticano.

En un posible giro histórico, el ghanés Peter Turkson también figura entre los nombres destacados. Con 76 años, ha sido una voz fuerte en temas de justicia social y medio ambiente. Su elección lo convertiría en el primer Papa africano de la historia moderna.

Del ala más conservadora, el húngaro Péter Erdő, arzobispo de Budapest, es otro nombre que circula. Con 72 años, es considerado un intelectual sólido con gran experiencia en el diálogo ecuménico.

Por último, el francés Jean-Marc Aveline, arzobispo de Marsella, aparece como una opción que podría aportar una visión renovada. De 66 años y origen argelino, es conocido por su apertura al diálogo interreligioso y su defensa de los migrantes.

La Iglesia Católica se prepara así para un momento clave de su historia. Mientras el mundo espera el humo blanco, los cardenales se preparan para una elección que definirá el rumbo del catolicismo en los próximos años.

Favoritos para ser el nuevo Papa en el cónclave 2025

Con el cónclave a punto de comenzar este miércoles 7 de mayo en la Capilla Sixtina, crece la expectativa en torno a quién podría ser el próximo Papa tras la renuncia de Francisco. Aunque la elección es secreta y siempre puede haber sorpresas, varios nombres destacan entre los 133 cardenales electores como favoritos por su trayectoria, influencia y visión pastoral.

Uno de los más mencionados es Pietro Parolin, actual Secretario de Estado del Vaticano. Italiano, de 70 años, Parolin es visto como un candidato de consenso, con una amplia experiencia diplomática y un enfoque moderado dentro de la Iglesia.

También suena con fuerza el cardenal Luis Antonio Tagle, originario de Filipinas y de 67 años. Conocido por su estilo cercano a los fieles y su visión progresista, algunos lo consideran el «Francisco asiático» por su afinidad con las reformas del pontífice saliente.

Desde Italia también se perfila Matteo Zuppi, arzobispo de Bolonia y presidente de la Conferencia Episcopal Italiana. A sus 69 años, Zuppi es reconocido por su labor en la mediación de conflictos y su compromiso con los más vulnerables, lo que lo convierte en una figura muy respetada dentro y fuera del Vaticano.

En un posible giro histórico, el ghanés Peter Turkson también figura entre los nombres destacados. Con 76 años, ha sido una voz fuerte en temas de justicia social y medio ambiente. Su elección lo convertiría en el primer Papa africano de la historia moderna.

Del ala más conservadora, el húngaro Péter Erdő, arzobispo de Budapest, es otro nombre que circula. Con 72 años, es considerado un intelectual sólido con gran experiencia en el diálogo ecuménico.

Por último, el francés Jean-Marc Aveline, arzobispo de Marsella, aparece como una opción que podría aportar una visión renovada. De 66 años y origen argelino, es conocido por su apertura al diálogo interreligioso y su defensa de los migrantes.

La Iglesia Católica se prepara así para un momento clave de su historia. Mientras el mundo espera el humo blanco, los cardenales se preparan para una elección que definirá el rumbo del catolicismo en los próximos años.