Es cierto que los resultados de la elección del próximo 4 de junio en el Estado de México, tienen que ver con la construcción de los escenarios para la elección del 2018 cuando iremos a las urnas para cambiar al presidente de la República, que es el tema más importante para todos.

Pero también es cierto que no serán poderosamente influyentes en la conducta de los partidos. Porque ninguno está innovando nada en esa elección y nadie de ellos está actuando solo.  Hay acuerdos, aunque suene a falsedad de telenovelas.

En mas de 4 años, la conducta de los partidos políticos ha estado muy clara y tiene que ver con el oportunismo.  Los grandes han negociado y hasta ahora han respetado esas negociaciones.  Los chicos también, aunque a algunos su escasa presencia les ha complicado su existencia.

Ningún partido se puede decir que no esté en algún tipo de negociación.  Autorizar su existencia legal, es el comienzo de una negociación.  Es cierto que pueden rajarse en cualquier momento, ateniéndose a las consecuencias y cuando digo que todos tienen algún entendimiento o negociación, incluyo a todos.  MORENA por supuesto, aunque quiera salirse de la mafia del poder, a mi juicio está adentro.  

Uno de mis maestros nos recordaba que hace años se viene hablando del fin de las ideologías, que antes, orientaba y comprometía la lucha de los partidos políticos. Y si eso es, entonces lo que sigue es intentar ser prácticos, oportunistas e inteligentes.

A partir de varios años, alguien también escribía que ahora, la lucha por el poder, variaba a una estrategia de mercadotecnia, porque al no existir ideas por las cuales luchar, entonces, habría que inventar formas de negociar entre los principales actores: ciudadanos y partidos políticos.

El primer principio entonces era considerar al poder público como un patrimonio propiedad de una organización que produce ese servicio.  Visto así, entonces, los partidos políticos se convirtieron casi de manera inmediata en una especie de socios propiedad de una empresa y que como tales, tomarían las decisiones que “convengan” a la nación.  

Hablar de la conducta de socios, implica entender que no se mandan solos o que, al menos no les conviene mandarse solos.

Así estamos, aunque usted no lo crea.   Los partidos con permiso de la ley, son socios de esa empresa del poder público porque su principal decisión es impedir que otros actores se apropien de los espacios que las leyes señalan para actuar y su segunda decisión es evitar, por cualquier medio, dejar de ser accionistas.  Por eso, todo lo que “acuerden” “negocién” es valido.

De ahí que se hable de negociaciones, antes de decisiones electorales.  

Por eso ahora que PAN y PRD dicen que podrán aliarse para ganar juntos la elección del 2018, tómelo con cuidado, porque, ninguno se manda totalmente solo. Ni modo que presionen para que PRI y MORENA se alíen.  Hay reglas básicas en esos acuerdos.

La máxima es que la presidencia de la República se define por acuerdos especiales, y que para llegar a esos, se pueden pasar y tolerar acuerdos regionales.  En éstos últimos se valdría hablar de una alianza PAN-PRD, pero no en la que corresponde a la presidencia nacional y sabe por qué? bueno, los adversarios de siempre, no tienen por que ser los enemigos de ahora.

No es buen principio de decisión política confundir que a quien deben impedir llegar a la Presidencia es MORENA, aunque para todos, sea doloroso y pecaminoso, olvidar las broncas de siempre con el PRI.  Ora que, también, ningún partido político podría ganar por si solo, la Presidencia de la República, pero al mismo tiempo, a muchos les convendría ir solos en la próxima elección.

Por cierto los  únicos partido que por sí solo pudiera ganar la elección son dos:  PRI y PAN.
MORENA el gran factor de renovación para ellos dos, sin quererlo los ha reactivado.