El secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, negó que el Rancho Izaguirre, ubicado en Teuchitlán, Jalisco, sea considerado un campo de exterminio, pese a que se han encontrado indicios de tortura y asesinato en el lugar. Aunque reconoció que en el rancho se cometieron actos violentos vinculados al CJNG, descartó la existencia de otros sitios similares en el estado.

La declaración ha generado polémica, especialmente entre colectivos de búsqueda como Guerreros Buscadores de Jalisco, quienes aseguran que aún hay múltiples lugares sin investigar que podrían ocultar más evidencias de violencia y desapariciones. Las familias de las víctimas expresan su frustración ante lo que consideran una falta de profundidad en las investigaciones y exigen que no se descarte ninguna línea de investigación en torno a otros posibles sitios de exterminio.