Para los que somos vecinos de este municipio, sabemos que la principal característica de él, son las manos de sus mujeres que día a día realizan los hermosas piezas artesanales y que, con sus colores y figuras hacen la combinación perfecta para portar un verdadera prenda mexicana.

Para quienes aún no tienen la fortuna de visitar este municipio poblano, es un lugar que además de ser bello por naturaleza, se ha caracterizado por la elaboración de piezas textiles artesanales que, ha sido transmitido de generación en generación por mujeres que con telar en cintura han logrado cautivar ojos mexicanos y extranjeros.

Estos artistas, comercializan sus prendas con bordados de animales, plantas y figuras geométricas que suelen ser representativas de la región, además cada una de ellas lleva diversos colores, mismos en donde la lana ha sido teñida con productos naturales de la región, como hojas de plantas o frutas, lo que lo convierte aún más en un proceso realmente artesanal, pues hablamos desde pelar un borrego, teñir la misma lana, colocarse el telar en cintura, aguja en mano, una vista probablemente cansada pero que siempre tiene el mismo objetivo, brindar y ofrecer piezas únicas.

Chales, caminos de mesa y rebozos, son algunas de las piezas que se elaboran en este municipio, que no solo son parte del sustento de algunas familias sino que también buscan preservar y conservar la tradición ancestral de la elaboración de estos textiles que, dada su calidad, presentación e inigualable belleza han sido y seguirán siendo factor importante en la economía, cultura y tradición del municipio.

Aunque no parezca y sea difícil de creer, detrás de estos chales y rebozos hay largas jornadas de trabajo y una labor de defensa de la cultura local, por lo que si algún día adquieres uno, por favor remunera con la cantidad indicada, sigamos perseverando y llevando estas bellezas poblanas a todos los rincones del mundo.

Consume mexicano, consume local.