Hace un par de años atrás, allá por el 2021, visitando amigos y amigas en las comunidades de un municipio de la Sierra Negra, conocimos a la señora Sonia, de avanzada edad, cansada y llena de hartazgo, con los años llenos de historia política que más que presumir, la decepciona por todos los candidatos que ha visto desfilar por su casa y comunidad, quien lo único que pide, es no prometer más de lo mismo y que los compromisos no sean anotados en lo que muy sarcásticamente llamo “la libreta del olvido”, porque si no aseguro, “les daremos nuestro voto, pero voto de castigo”.

Todos hemos escuchado frases como “anótamelo en el hielo” o “que dios te lo pague”, pero esta y muy acertadamente, no tiene progenitora… “la libreta del olvido”.

Tomando de referencia esta vivencia, es que debemos plantear un proyecto de desarrollo para Tlatlauquitepec en cada sector de la sociedad, un proyecto sencillo pero realista para impulsar un municipio donde tengamos la menor cantidad posible de desigualdad.

Primero, debemos fortalecer la economía a través de la creación de redes de valor entre pequeños, medianos negocios y empresarios, para la generación de empleos directos, además de la gestión de microempresas y apoyos gubernamentales. No podemos dejar de lado la inversión privada, siempre y cuando sea de manera responsable sin afectar al comercio local.

Segundo, debemos asegurar una educación de calidad para todos los tlatlauquenses con las herramientas necesarias para su desarrollo integral. El respaldo a maestros y maestras es de suma importancia para generar buenos resultados.

Tercero, crear y gestionar las condiciones necesarias para garantizar una mejor atención médica para la salud en todo en el municipio. El trabajo de las auxiliares de salud es de suma importancia, pues hoy por hoy, son el primer contacto en nuestras comunidades más alejadas, por ello deben formar parte de las estrategias para lograrlo.

Cuarto, ampliar y gestionar mayor apoyo a los productores del campo con capacitación, capitalización, herramientas, programas gubernamentales y gestión, con el objetivo de dinamizar al sector y lograr fortalecer la economía en todo el municipio. La gestión y vinculación con el sector privado es importante para asegurar sus cosechas.

Quinto; vivimos tiempos difíciles, por lo que la tranquilidad de nuestros hijos debe ser prioridad, por ello se debemos garantizar la seguridad para todas las familias, con el número de elementos necesarios, bien remunerados y la capacitación adecuada y continua. La estrategia no puede quedar de lado, porque una acción sin estrategia no sirve de nada y mucho menos la improvisación.

Sexto, todos acabamos de vivir una temporada muy fuerte de calor, lo que nos obliga a impulsar una cultura ecológica con diversas acciones en beneficio de nuestros recursos naturales, empezando por el cuidado del agua, de nuestra flora y fauna, además de ofrecer a los tlatlauquenses una solución para tratar el manejo y recolección de nuestros residuos.

Séptimo, cada proyecto pensado en el futuro, no es para nosotros, sino para las próximas generaciones, es decir, nuestros hijos, por ello deben ser prioridad en cada proyecto o programa social a través del esparcimiento en la generación de infraestructura educativa, urbana, deportiva, comunicación y servicios básicos en todas las comunidades, Juntas Auxiliares y Cabecera Municipal.

Octavo, si la cabeza no funciona, por consiguiente el cuerpo tampoco, por ello se debe impulsar el buen gobierno, a través de un órgano de transparencia ciudadana para la rendición de cuentas, además del funcionamiento de cada colaborador y su departamento de forma correcta, es decir, en tiempo y forma. No se puede maltratar a nuestra gente, se debe servir y servir bien, a los patrones, a los que se les debe el favor de haber votado por el o la presidenta municipal. El pueblo es el que manda.

Siempre he creído que debemos tener una sociedad critica que analice a cada uno de los y las que aspiren a dirigir el rumbo de Tlatlauquitepec, saber de qué vive, como vive, que ha hecho y que pretende para Tlatlauquitepec.

Los nuevos políticos ya deben dejar en casa “la libreta del olvido” y dialogar con la mayoría de la gente.

Es decir…proponer soluciones directas, sencillas y poco elaboradas, sin tanto choro pues.

La gente ya no quiere políticos y mucho menos con “la libreta del olvido”.

Ese es el origen de todos los problemas.