¿Cuántas cosas has hecho “por amor”, diversión y hasta por curiosidad? Específicamente aquellas que hoy, después de un tiempo parecen sin sentido, pero que seguramente en el momento te llenaron de emoción, adrenalina, miedo y de muchos pero muchos cosquilleos en el estómago. Pero, ¿qué pasa cuando ese cosquilleo dejó algún rastro, testimonio o testigo y que hoy, representa un cierto peligro para tu historia e incluso para tu integridad?

En una era en donde la tecnología comienza a rebasarnos y en que las redes sociales se volvieron parte fundamental de nuestra vida existen infinidad de riesgos con los contenidos que compartimos, lo que opinamos y hasta lo que publicamos. Desafortunadamente y en algunos casos, las herramientas tecnológicas han servido para desvirtuar algo, difamar a una persona, compartir datos falsos e incluso información confidencial que puede dañar la imagen de otra persona.

Una de las más grandes controversias a las que nos hemos enfrentado como sociedad, son aquellas situaciones en las que, dentro de nuestras propias redes sociales nos topamos con contenido íntimo de una persona, mismo que en algún momento esa misma persona decidió compartir con alguien más, por diversión, amor, por curiosidad e incluso, sin tener muchas razones, porque así lo decidieron. Lo preocupante y decepcionante es cuando estos contenidos llegan a estar en la red y que aparte de eso, muchos se toman la libertad de opinar con palabras ofensivas, denigrantes y hasta de burla los actos de alguien que puede ser, jamás haya imaginado que esa parte de su vida sería pública.

Los motivos pueden ser muchos, venganza, diversión, hostilidad, abrumar, fastidiar e incluso por “ver qué pasa”, logrando en muchas ocasiones que los cometidos mencionados afecten deliberadamente la integridad moral de la otra persona, sin medir que el daño pueda ser irreversible o permanezca por buen tiempo en la mente de ese alguien.

La transgresión no es que las personas actúen de acuerdo a sus sentimientos, emociones e inquietudes, lo verdaderamente reprobable, es que alguien se tome la libertad de decidir sobre algo se consensuó, alguien que por “equis” razón, decidió que era lo ideal para ti, alguien que creyó que haciéndolo tendría un reconocimiento mayor, ¿ante quién? ¡tampoco lo sabemos!, alguien que pensó que sería buena idea compartir un episodio de tu vida, un momento que, a lo mejor para ti, significó mucho más de lo que las propias imágenes, palabras, vídeos y demás pudieran significar.