La tarde del domingo, en el estado de Puebla, se hizo un macabro hallazgo: los cuerpos desmembrados de nueve estudiantes originarios de Tlaxcala fueron encontrados dentro de un vehículo abandonado en la supercarretera Cuacnopalan-Oaxaca, a la altura del municipio de Miahuatlán. Las víctimas habían sido reportadas como desaparecidas días antes en Oaxaca, adonde habían viajado con motivo de un paseo. Autoridades de la Guardia Nacional, la Policía Estatal y la Secretaría de la Defensa Nacional acudieron de inmediato al lugar para resguardar la escena e iniciar las investigaciones.

De acuerdo con los primeros reportes, el vehículo contenía cuatro cuerpos en la cajuela, mientras que a un costado se hallaron cinco más, cubiertos con una lona ensangrentada. Además, dentro del automóvil se encontraron dos manos, y en una bolsa abandonada cerca del sitio había ocho pares adicionales. Las víctimas, cuyas edades oscilaban entre los 19 y 30 años, fueron identificadas como Lesly, Angie Lizeth, Brenda Mariel, Jacqueline Ailet, Noemí Yamileth, Raúl Emmanuel, Rubén Antonio y Rolando Armando, mientras que aún falta confirmar la identidad de un hombre más.

Las fiscalías de Puebla, Tlaxcala y Oaxaca han unido esfuerzos para esclarecer el crimen, pues los cuerpos presentaban impactos de bala y signos de tortura. Se han revisado grabaciones de cámaras de vigilancia, las cuales muestran que el vehículo en el que fueron hallados circuló por la autopista Atlixcáyotl el pasado 24 de febrero en dirección a Atlixco. Hasta el momento, las autoridades no han dado a conocer posibles responsables ni móviles del asesinato, pero continúan con las indagatorias para dar con los culpables.