La muerte de Maricarmen reabre el debate sobre los arrancones ilegales
La vida de Maricarmen Álvarez, una joven de 25 años descrita como alegre y apasionada por la naturaleza, terminó de forma abrupta la noche del miércoles cuando fue atropellada en la Vía Atlixcáyotl, a la altura de Vía San Ángel. El vehículo responsable, según las primeras líneas de investigación, estaría vinculado a presuntas carreras ilegales que nuevamente ponen en evidencia el peligro constante en esta vialidad.
Maricarmen trabajaba como cajera en una sucursal bancaria del centro comercial donde ocurrió el siniestro. Recién graduada de la Universidad Interamericana en 2022, compartía en redes sociales postales de viajes y momentos familiares, incluyendo una emotiva fotografía con su madre, hermana y abuela durante su ceremonia de titulación.
En el lugar donde cayó herida de gravedad, familiares y ciudadanos colocaron veladoras y orquídeas como un gesto de despedida. Compañeros de trabajo, franeleros y locatarios no ocultaron su tristeza, aunque las actividades comerciales continuaron.
El duelo familiar también está marcado por la exigencia de justicia. Su hermana escribió un mensaje desgarrador en el que recordó a Maricarmen como “su estrella más bonita en el cielo”. Entre sus pasatiempos destacaba la emoción por los Go Karts, algo que compartió en su última publicación pública.
Las autoridades buscan al conductor responsable, cuyo auto portaba un distintivo del club “Noisy Rides”, grupo asociado a arrancones. Este hecho se suma a otro accidente fatal ocurrido el 22 de noviembre en la misma vialidad, donde tres jóvenes perdieron la vida tras participar en carreras clandestinas.
La muerte de Maricarmen vuelve a encender las alarmas sobre una práctica que persiste pese a los llamados ciudadanos y que continúa cobrando vidas en la Atlixcáyotl.
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