El gobierno mexicano anunció este martes una medida drástica para proteger a los productores nacionales de azúcar, un arancel del 156 % a las importaciones del endulzante, y de hasta 210 % para los refinados líquidos. La disposición, publicada en el Diario Oficial de la Federación, busca evitar que el mercado mexicano se inunde con producto extranjero más barato, lo que podría afectar severamente a los ingenios y a miles de trabajadores del campo cañero en todo el país.
De acuerdo con la Secretaría de Economía, la decisión responde a la caída de precios internacionales y al riesgo de sobreoferta que amenaza la estabilidad del sector. México produce actualmente más de cinco millones de toneladas de azúcar por ciclo, y el nuevo arancel pretende garantizar que la demanda interna sea cubierta prioritariamente con producción nacional. La industria celebró la medida, mientras que algunos analistas advirtieron que podría elevar los precios al consumidor en los próximos meses.




