El Fondo Monetario Internacional aprobó para México una nueva Línea de Crédito Flexible por 24 mil millones de dólares, un instrumento que funciona como seguro financiero y no como deuda mientras no sea utilizado. Aunque el monto es menor al del acuerdo anterior, el FMI afirma que la reducción responde a una mayor fortaleza macroeconómica del país, aun cuando persisten señales de debilidad en la actividad económica y la necesidad de ajustes fiscales más sólidos.

El gobierno mexicano canceló la línea previa —de alrededor de 35 mil millones de dólares— para reemplazarla por este nuevo acuerdo de dos años, que mantendrá su carácter exclusivamente precautorio. Mientras las autoridades lo ven como un voto de confianza internacional que refuerza la estabilidad financiera, especialistas coinciden en que la renovación también refleja un entorno global incierto y un crecimiento interno que continúa avanzando con lentitud.