Claudia Sheinbaum aseguró que la corrupción ya forma parte del pasado en México. Durante distintos actos oficiales, la presidenta destacó que los recursos públicos hoy se utilizan con transparencia y se destinan a obras, educación, salud y vivienda, en lugar de perderse en manos de unos cuantos. En su primer informe de gobierno subrayó que cuando no hay corrupción “alcanza para más”, lo que, dijo, se refleja en los resultados de su administración.
Ese discurso parece haber encontrado eco entre la ciudadanía. En los primeros meses de su mandato, la aprobación de Sheinbaum alcanzó niveles históricos, llegando hasta 85 por ciento, el índice más alto registrado en las últimas tres décadas. Hacia el cierre de su primer año en el cargo, su respaldo se mantiene en un rango cercano al 80 por ciento, cifra que refleja un apoyo sólido y sostenido.
La mandataria ha insistido en que el combate a la corrupción y la buena administración del presupuesto son pilares de su gobierno. Para muchos, esa narrativa, sumada a los programas sociales y a la inversión en infraestructura, ha sido clave para mantener la confianza ciudadana y consolidar su liderazgo político en este arranque de sexenio.
