Fátima Bosh, la tabasqueña que llegó al certamen cargando críticas, dudas y hasta un polémico enfrentamiento con un directivo, terminó convirtiéndose en la gran sorpresa del Miss Universo 2025. Su coronación en Tailandia no solo desató euforia en México, sino que encendió una conversación global sobre resiliencia, valentía y la capacidad de transformar la adversidad en fuerza. Bosh, que en su juventud sufrió bullying por vivir con TDAH y dislexia, fue celebrada por su autenticidad y por defender con firmeza su dignidad en uno de los concursos más mediáticos del planeta.
Su victoria detonó festejos masivos en su natal Tabasco y reavivó el orgullo nacional al otorgar a México su cuarta corona. Pero más allá del glamour, Bosh dejó claro que quiere usar su reinado para romper estereotipos y abrir espacios para mujeres reales, complejas y diversas. Su mensaje directo, su historia de superación y la fuerza con la que afrontó la polémica conmovieron al mundo, convirtiendo su triunfo en un símbolo de empoderamiento más allá de la pasarela.




