Las ventas de Nestlé en 2023 sumaron 1.7 billones de pesos y tuvo un beneficio neto superior al de 2022. Sin embargo, las ganancias de la multinacional no se reflejaron en sus principales proveedores de café en México.

El gigante suizo Nestlé cerró 2023 con una ganancia multimillonaria pero, en contraste, ese mismo año se aprovechó de los caficultores de Chiapas al pagarles el kilo de café por debajo de los precios de producción, lo que ha provocado una crisis en la región de Soconusco.

La crisis comenzó en Chiapas, pero afectados por los bajos precios de la empresa, consultados por Proceso, aseguran que los caficultores de Veracruz y Tabasco se encuentran en la misma situación.

Las ventas de Nestlé sumaron 92 mil 998 millones de francos suizos (1.7 billones de pesos) y tuvo un beneficio neto superior al de 2022. Sin embargo, las ganancias de la multinacional no se reflejaron en sus principales proveedores de café en México.

“En la cosecha de noviembre del año pasado, Nestlé compró a 24 pesos el kilo de café; en diciembre le subieron a 26, en enero a 28 y hasta finales de marzo lo subieron a 30 pesos; ya para marzo casi nadie tenía café porque los productores tenemos necesidad y nos vimos obligados a vender el producto barato en diciembre. A nosotros nos cuesta producir el kilo de café entre 29 y 30 pesos. ¡No hay ganancias, al contrario, hay pérdidas!”, dijo en entrevista Julio César Castillo, caficultor chiapaneco.

Nestlé es la única compañía que compra el café robusta para el Nescafé soluble, así que los campesinos sólo pueden vender su producto a esta compañía que hace 14 años les prometió mantener el Plan Nescafé, un modelo de negocios socialmente responsable y con beneficios para ambas partes.

“Más o menos son 40 mil toneladas que se producen en la zona. Imagínese el impacto de todo ese dinero que no llegó a los pobladores. A la hora de que ese dinero no llega al bolsillo, no solamente se daña a los productores, se daña a toda la economía de la región, debido a que el café es la principal fuente de ingresos de toda la zona. Estamos apenas en el mes de abril y, por lo poco que nos pagaron por la cosecha de noviembre pasado, ya no tenemos dinero para seguir trabajando”, lamentó Julio César.

En junio del año pasado, Fernando César, vicepresidente de Café y Bebidas de Nestlé México, presumió que seis de cada 10 tazas de café que se consumen en el país se preparan con Nescafé, marca que encabeza la venta de solubles con 80% de participación de mercado. 

“Y a pesar de esas ganancias, durante años, la empresa nos ha pagado un precio bajo justificando que, a nivel internacional, los precios están bajos y, por lo tanto, no podía darnos más. Un precio justo sería que a ese costo de producción le sumáramos un 40, 50% de ganancia para que nosotros pudiéramos trabajar adecuadamente”, comentó.

Destacó que ningún alcalde ni el gobernador Rutilio Escandón, han atendido el problema que ha ocasionado una profunda crisis social; el único que se ha acercado a los productores para escuchar sus demandas es Luis Armando Melgar, actual candidato a senador por el Partido Verde Ecologista de México (PVEM). Ningún otro político.

Los señalamientos para la compañía suiza se agravaron luego de que organizaciones de la sociedad civil, que son parte de la Alianza por la Salud Alimentaria, delataron que Nestlé continúa con los “embates” legales para eliminar el etiquetado frontal de advertencia en alimentos y bebidas.

“Desde la entrada en vigor del etiquetado, las grandes corporaciones han presentado diversos juicios de amparos con el fin de fragmentarlo, no obstante que se ha demostrado que es una de las políticas de salud pública más efectivas y que cuenta con una alta aprobación de la población, la academia e, incluso, actores internacionales”, resaltó la Alianza en un comunicado publicado en octubre de 2023.

A esto se suman los señalamientos internacionales contra la empresa suiza, pues en febrero pasado, se dio a conocer que añade azúcar y miel a la leche infantil y cereales que vende en los países más pobres, en contravención de las directrices internacionales de prevención de obesidad y enfermedades crónicas.

Medios internacionales publicaron que esa conclusión se sacó luego de que Public Eye, organización de investigación suiza, envió muestras de los productos de alimentación infantil de Nestlé a un laboratorio belga.