El arzobispo Víctor Sánchez Espinosa comenzó el proceso de jubilación tras cumplir 75 años, la edad establecida por el derecho canónico para presentar la renuncia al Papa. Durante sus más de 15 años al frente de la Arquidiócesis de Puebla, Sánchez Espinosa desempeñó un papel clave en la renovación de las comunidades religiosas, promoviendo iniciativas de ayuda social y fomentando la participación activa de los jóvenes en la fe.

Su liderazgo se caracterizó por un enfoque cercano y dialogante con diversos sectores de la sociedad, buscando siempre tender puentes y fortalecer el papel de la iglesia en temas sociales, educativos y culturales. Ahora que ha dado este paso, la comunidad católica poblana se prepara para una transición que sin duda traerá nuevos desafíos y esperanzas, mientras se espera que el Papa designe a su sucesor. Esta etapa representa un momento importante para la iglesia local, que deberá mantener su relevancia y acompañamiento a los fieles en un mundo en constante cambio.