El inicio de un nuevo ciclo escolar es un momento clave para que los padres se mantengan atentos al entorno de sus hijos, ya que el consumo de drogas y alcohol entre estudiantes continúa siendo un problema en México. Según estudios recientes, entre 12 y 13 por ciento de los alumnos ha consumido alguna droga en los últimos 12 meses, con mayor incidencia en hombres que en mujeres.

En cuanto al alcohol, casi el 41 por ciento de los estudiantes de secundaria ha probado bebidas alcohólicas alguna vez en su vida. Además, un pequeño porcentaje de adolescentes consume tabaco de manera regular, lo que refuerza la necesidad de vigilancia y diálogo constante en casa.

Aunque las estadísticas oficiales no documentan la distribución de drogas dentro de las escuelas, se han reportado varios casos de venta y consumo en planteles, y muchas veces no se denuncian formalmente. Esto hace que la responsabilidad de los padres sea aún más importante: conocer a sus hijos, sus amistades y el entorno escolar es clave para prevenir riesgos.

Expertos recomiendan que las familias fomenten la comunicación, la educación sobre adicciones y la participación activa en la vida escolar, reforzando hábitos saludables desde temprana edad. Un inicio de ciclo escolar seguro depende del compromiso de padres, maestros y estudiantes.