El presidente de México no vota en las elecciones norteamericanas, es más no opina, no causa impacto, no construye tendencia.

Sin embargo, el Presidente de Estados Unidos sí vota en las elecciones mexicanas, opina, influye y construye tendencia.

Esa es la geometría de las relaciones exteriores México-Usa.

Por eso, ningún mexicano necesita cortarse las venas porque el candidato TRUMP vino a desayunar con PEÑA NIETO.

Lo que pasó en México será utilizado por la campaña de HILLARY CLINTON, la otra candidata, la del partido “amigo” de los mexicanos.

PEÑA NIETO ha sido peón de las estrategias de la Señora Clinton y eso puede ser favorable a nuestro país, por supuesto en la hipótesis de que ella sea la próxima presidenta de USA.

Y no se crea, en la elección gringa nada hay definido por el momento.

Por qué Peña Nieto invitó a Trump.  Por qué se dijo que invitó a los dos candidatos.  Por qué TRUMP aceptó y Hillary no.

Son estrategias políticas, el Presidente Mexicano no podría hacer esto, sin antes realizas una “consulta” con el gobierno norteamericano.  Así se acostumbra en materia de Relaciones Exteriores.  Así debe ser con el vecino más importante de México y con el líder más poderoso del mundo.

Creo entonces, que la idea de recibir a Trump en México y que haya sido el Presidente Mexicano quien lo recibió obedece a una estrategia demócrata, para señar allá, no acá, que los mexicanos de aquí, con valor y firmeza, repudian el pensamiento de Trump.

Pero, parece que no llegó a eso.

Trump reiteró que construirá el muro para defender a su país y Peña alcanzó apenas un comentario donde le dijo que los mexicanos merecen respeto.

Que ganó Trump entonces?, bueno, recuerde que después de estar en México, iría a Phoenix, Arizona a presentar, precisamente, su postura sobre los inmigrantes ilegales, entre ellos los mexicanos y la visita a México, multiplicaría su firmeza sobre los dos criterios fundamentales que ese candidato ha establecido frente a los inmigrantes y en especial a los mexicanos.  Habrá muro y lo pagarán los mexicanos, confirmó.

Que ganó Peña? No creo sea algo significativo.   Aquí la opinión dominante fue negativa hacia esa visita.  Allá, estoy seguro, no pasará de un comentario en el debate político norteamericano que dure más de dos días.

Lo peor de todo esto, es que ha mostrado la dureza de las relaciones con Norteamérica y la debilidad de nuestra nación.

No es fácil entender que esa visita, además de no ser grata, agrega a la imagen del Presidente Peña una carga más de ineficiencia, innecesaria porque el candidato republicano no vino ni a pedir perdón por sus críticas y ataques a los mexicanos inmigrantes ni a ofrecer amistad a la comunidad nacional.  Vino a repetir aquí, en nuestra casa, lo que ya todos sabemos para que no nos quede duda alguna.

Dejemos el beneficio de la duda para la acción del presidente Peña Nieto. Fue una jugada dolorosa pero en beneficio de los “amigos” demócratas estadounidenses.

En las relaciones entre los dos países, México sigue siendo el peón de la estrategia, que da la cara, que arriesga mucho su existencia para que otros, ganen.  Son cosas del ajedrez político internacional.