Puebla termina el año entre cifras que reflejan un problema que sigue siendo profundamente alarmante: entre enero y noviembre de 2025 se registraron oficialmente 22 feminicidios, mientras que recuentos independientes, como el del Observatorio de Violencia Social y de Género, documentan hasta 32 casos. Esta diferencia evidencia que muchos hechos violentos contra mujeres podrían estar subclasificados o en revisión, lo que mantiene la incertidumbre sobre la verdadera magnitud de la violencia feminicida en el estado.

A pesar de los esfuerzos institucionales, organizaciones civiles recuerdan que cerca del 75 por ciento de los feminicidios de los últimos años permanece sin esclarecer, un dato que subraya la necesidad de fortalecer las investigaciones y garantizar justicia plena para las víctimas. Colectivos y especialistas insisten en que la prevención, la atención oportuna y la perspectiva de género deben ser prioritarias si Puebla aspira a reducir una violencia que, en 2025, volvió a dejar claro que aún está lejos de resolverse.