Aun estando en pleno siglo XXI resulta complicado entender que los datos de violencia contra la mujer van en aumento, el Centro Estatal de Datos para referente a casos de Violencia contra las Mujeres (CEDA), de 2014 a 2017 se registraron mil 500 casos de violencia contra la mujer.

Aunque la mayor parte de estos registros se encuentran en Puebla capital, no exime que en algunos municipios del estado también existan situaciones de esta índole que, al día de hoy, nos coloque como una entidad insegura, por lo menos para la mayor parte de las mujeres.

Dentro de una lista de municipios que reportan más incidentes de violencia, ya sea intrafamiliar, laboral, física psicológica, sexual, etc., están: Teziutlán, en donde se han detectado 19 casos de violencia familiar, Tlatlauquitepec alcanzó 22 quejas, mientras que Libres y Zacapoaxtla sumaron 16 y 15 respectivamente.

Aunado a esto, también es la entidad en que se tienen reportes y registros con más feminicidios, alcanzando una cifra hasta hace poco de 82 casos de mujeres asesinadas y que, como lo hemos mencionado siempre, los números pueden no significar nada ante un gobierno que trabaja sí, a favor de las personas, pero también a favor de mantener información que considere amenaza.

Lo cierto es que, entre desapariciones, inseguridad, discriminación, acoso, violencia y frases como: “mujeres exceden su libertad y por eso las desaparecen”, (Rector UMAD) o, “Ahí viene Katia, como buena mujer, viene firme, dura y con mucho agua (Chong, Secretario SEGOB),”No soy la señora de la casa”, (Peña Nieto), entre muchas otras, siguen permeando en la ideología de quienes directa o indirectamente ven estos incidentes como pequeños y la figura de la mujer como un enemigo, como un estorbo, como un problema que hay que desaparecer y desafortunadamente es como ha sucedido y seguirá sucediendo, porque al parecer haber nacido mujer es motivo de alerta y de miedo.

Revisión realizada a finales del mes de julio por El Popular, diario imparcial de Puebla