Puebla, Pue.— En un sorprendente y visionario giro de política pública, el Gobierno del Estado anunció este 28 de diciembre un ambicioso programa de “Rehabilitación Vial Automovilística”, con el objetivo de transformar las avenidas y carreteras de Puebla en auténticas pistas de carreras dignas de competir con los mejores autódromos del mundo.
La iniciativa, presentada esta mañana en un evento conmemorativo por el Día de los Santos Inocentes, pretende dar respuestas creativas a un problema que ha venido aquejando a la entidad: el constante exceso de velocidad, las carreras clandestinas y los accidentes viales que han dejado un saldo de al menos ocho muertos y más de veinte lesionados en 2025, principalmente por competencias no autorizadas en vías como la Vía Atlixcáyotl y bulevares importantes de la capital.
Con un tono desenfadado, las autoridades explicaron que la decisión se tomó después de numerosas solicitudes ciudadanas no oficiales para tener “zonas libres donde correr sin ser molestados por límites de velocidad o fotomultas”. En ese espíritu, los tramos de mayor incidencia de alta velocidad y accidentes serán rehabilitados con curvas seguras, bancas de espectadores e incluso señalización tipo circuito internacional.
“¿Por qué luchar contra lo inevitable?”, señaló uno de los voceros del proyecto. “Si los poblanos ya se comportan como pilotos, mejor que lo hagan donde puedan lucirse y sin poner en riesgo a peatones o viviendas”, agregó con ironía, en referencia al fenómeno de arrancones que operan clandestinamente en varias vialidades urbanas.
El programa plantea que se utilicen corredores de alta velocidad como la Vía Atlixcáyotl, el Circuito Juan Pablo II e incluso tramos de la Recta a Cholula para equiparlos con la infraestructura de un autódromo moderno, similar a instalaciones especializadas como el Autódromo Miguel E. Abed en Amozoc.
Según los promotores de la idea, esta rehabilitación no sólo atendería la “pasión automovilística” que se ha manifestado en Puebla durante todo el año, sino que también atraería turismo motorizado regional e internacional, generando una verdadera “Zona de Velocidad Controlada” y eliminando así la presunta amenaza vial que representan los autos con placas extranjeras.
Mientras tanto, grupos automovilísticos locales que se han deslindado de las carreras clandestinas han mostrado su “sorpresa entusiasta” con la propuesta, afirmando que finalmente tendrán donde “exhibir sus capacidades y respetar las reglas… del nuevo autódromo urbano”.
El gobierno anticipa que el programa podría estar listo para el próximo año, justo a tiempo para el inicio de la temporada de competencias impropias, tradicionalmente celebradas por jóvenes pilotos poblanos en vialidades públicas.
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