Más de cien locaciones históricas forman parte de este proyecto que busca reconvertir antiguas edificaciones en desuso.
Con el decidido objetivo de dar un impulso turístico a ciudades que carecen de los atractivos de Roma, Venecia o Florencia, por poner tres ejemplos, las autoridades italianas han puesto en marcha una iniciativa con la que buscan atraer la atención de jóvenes empresarios: convertir antiguos edificios en atracciones turísticas.
Para ello ‘regalan’ 103 edificios, entre los que figuran castillos, viejas escuelas, monasterios y torres de defensa con vistas al mar enclavados por todo el territorio nacional, incluidas las islas de Sicilia y Cerdeña. Eso sí, para obtenerlos el aspirante tiene que comprometerse a transformarlos en destinos atractivos para el turismo y crear en las inmediaciones instalaciones para todo aquel que desee visitarlos.