Francisco Guízar Pavón, quien era conocido en Veracruz como el “Rey de las gasolinas”, fue ejecutado la mañana de este viernes en uno de los complejos residenciales más exclusivos del Centro-Sur del país, localizado en Puebla.

De 67 años de edad, Guízar enfrentaba un proceso desde hace una década por estar presuntamente involucrado en operaciones con recursos de procedencia ilícita.

Se trataba, además, del suegro del ex diputado Juan Carlos Molina, asesinado en Veracruz en noviembre de 2019.

Por la mañana, la camioneta en que viajaba fue interceptada en Lomas de Angelópolis y sujetos hasta el momento desconocidos abrieron fuego en su contra, él quedó en el asiento del conductor sin vida.

Las investigaciones de parte de las autoridades respectivas apenas han comenzado, tras el hecho violento.

Desde 2010, el apodo del «Rey de las Gasolinas» tomó importancia pública al ser detenido por la Policía Federal en las inmediaciones del Parque Fundidora en Monterrey, Nuevo León.

El sujeto, quien trabajó para Pemex en el periodo de 1974 a 1993, fue señalado como un operador de redes de robo de combustible en Jalisco, Oaxaca, Tabasco, Estado de México, Puebla, Hidalgo, Querétaro, Guanajuato, Tamaulipas, Coahuila, Durango y Sinaloa.

Se presumía que la actividad ilícita era blindada por integrantes del crimen organizado, como de la agrupación Los Zetas, en Veracruz, y de La Familia, en Michoacán.

El originario de Veracruz sostenía una investigación desde esa detención y también, a partir de 2011, por parte de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SEIDO).