Claudia Sheinbaum, al cumplir su primer año como presidenta de México, ha logrado mantener un nivel de aprobación inusualmente alto según diversas encuestas recientes. La medición de Enkoll indica que cerca del 78 por ciento de la ciudadanía aprueba su gestión, superando la cifra registrada por su antecesor en el mismo periodo. De manera similar, la encuesta de Mitofsky refleja que más de siete de cada diez mexicanos respaldan la forma en que conduce el país.

Entre los factores que explican esta popularidad se encuentran la continuidad de programas sociales, la implementación de políticas equilibradas en seguridad, salud y género, y la capacidad de obtener respaldo incluso de votantes de partidos opositores. Además, el desempeño de figuras clave de su gabinete ha reforzado la percepción positiva de su administración.

A pesar de estos resultados favorables, Sheinbaum enfrenta retos importantes. La seguridad sigue siendo un desafío, y aunque los homicidios han disminuido, la percepción ciudadana sobre la violencia aún preocupa. Asimismo, algunos escándalos de corrupción han afectado la imagen de su partido, aunque el apoyo hacia la presidenta se mantiene sólido.

En conjunto, Claudia Sheinbaum ha consolidado un liderazgo ampliamente respaldado por la ciudadanía durante su primer año, aunque el futuro de su aprobación dependerá de cómo enfrente los retos persistentes en áreas clave.