A una semana del paso del temporal que azotó la Sierra Norte de Puebla, siete comunidades permanecen incomunicadas debido a los deslaves, la caída de árboles y el colapso de caminos rurales. Aunque las autoridades han logrado restablecer la comunicación en la mayoría de las zonas afectadas, aún hay familias que no pueden salir ni recibir apoyo constante por la destrucción de los accesos.

La Secretaría de Infraestructura informó que de los 63 caminos dañados por las lluvias, 19 ya fueron atendidos, mientras que cuadrillas continúan laborando en los tramos más afectados. En materia educativa, 228 de las 469 escuelas impactadas han sido limpiadas y están listas para reanudar clases, aunque en las zonas más altas todavía no hay condiciones seguras para el regreso.

Habitantes de municipios como Huauchinango, Zacatlán y Xicotepec han señalado que, pese a los esfuerzos oficiales, la situación sigue siendo crítica. Muchos caminos permanecen cubiertos por lodo y piedras, lo que retrasa la llegada de víveres, agua potable y atención médica. La población pide no ser olvidada una vez que pase la emergencia, pues temen que la reconstrucción tarde meses.