La tragedia causada por las intensas lluvias en la Sierra Norte de Puebla aún no termina. A más de dos semanas del desastre, las familias de Liam Tadeo González Lechuga, un niño de seis años originario de Huauchinango, y de Pedro Segura Muñoz, un hombre de 75 años de Tetela de Ocampo, siguen sin tener noticias de ellos.

Ambos desaparecieron durante los deslaves y corrientes de lodo que arrasaron viviendas y caminos en distintas comunidades. Las autoridades mantienen los operativos de búsqueda con maquinaria pesada, drones y brigadas caninas, pero las condiciones del terreno y la humedad siguen complicando las labores.

Las lluvias, registradas entre el 6 y el 9 de octubre, provocaron derrumbes, inundaciones y el aislamiento de varias zonas rurales. En total, más de veinte personas perdieron la vida, y decenas de familias lo perdieron todo.

Los habitantes de la región han pedido mayor apoyo para reconstruir caminos y viviendas, mientras las labores de rescate continúan entre la esperanza y el cansancio. La Sierra Norte sigue de pie, pero marcada por el dolor de sus desaparecidos.