Hace muchos años, antes de la conquista, llegaron a estas tierras varios grupos de la cultura Totonaca, observaron y entendieron que ese era su lugar, el cual fue mostrado a un sacerdote y guía de las tribus por el dios Xipe-Tótec (dios de la abundancia, de la riqueza, del amor y la fertilidad de las tierras).

Se establecieron y comenzaron su progreso. Pero fue en el siglo XIV cuando la triple alianza integrada por los Señores de México, Texcoco y Tlacopan, los sometieron y los incluyeron al régimen tributario, dejándolos a disposición del señorío de Tlatlauquitepec, mismo que poco antes también fue tomado por la alianza, y quien se encargaba de cobrar los tributos en plumas, pieles, maíz y demás artículos abundantes de toda esta región.

Con la llegada de los españoles, entró el sistema de encomenderos, (enviados que tenían múltiples obligaciones como, enseñar la doctrina cristiana y defender a sus encomendados, los cuales eran indígenas con diversas actividades en las colonias españolas), los encomenderos eran familias procedentes de Sevilla. Los cuales ya habían realizado esas actividades en otros lugares conquistados.

Entre los apellidos que aun prevalecen son los Avila, López, Del Castillo, Ortega, Ruiz, y García, quienes, al llegar y observar la geografía del lugar, lo llamaron Castil Blanc, por el enorme parecido a una ciudad de Portuguesa, la cual conocían bien, pues muchos de ellos ya habían servido a la corona en Portugal, parte de su pago fueron tierras y esclavos en la nueva España.

A diferencia de Tlatlauquitepec, fueron frailes dominicos los que dirigieron la construcción del templo de la Virgen del Rosario en 1736.

Teteles alcanza la denominación de villa en 1849, poco después, en 1861 se le otorga la categoría de Ciudad.

Los habitantes de Teteles participaron en diversos movimientos armados de México, participación que le permitió el contar con su propio escudo de armas desde el 12 de Agosto de 1943, ese mismo año se le denomina Ciudad de Teteles de Avila Castillo, en memoria y homenaje a Don Manuel Avila Castillo, padre de los Avila Camacho, Generales, uno de ellos Presidente de la República y otro Gobernador del Estado.

Teteles tiene bajo sus cimientos y tierras de cultivo un importante vestigio prehispánico, le corresponde a sus actuales generaciones el seguir descubriendo y mantener esa gran historia, que es pieza fundamental para toda la región, estado y país.