En los últimos años, el turismo rural en Tlatlauquitepec ha crecido significativamente tanto en calidad como en cantidad, lo anterior, lo vemos reflejado en el trabajo tanto en establecimientos como en comunidades que ven en el turismo una oportunidad de desarrollo.

Basta con ir a Tepanzol, Tepehican o Túnel 2, donde se han marcado las actividades turísticas de cada destino y que no lo pueden encontrar en ningún otro lugar municipio o estado.

El turismo rural nos puede generar una participación activa del turista saliendo de una postura meramente observadora; en Tlatlauquitepec el turista puede llegar a conocer la “identidad” de nuestra región en las comunidades tlatlauquenses.

Participar en fiestas patronales, comidas típicas indígenas, ceremonias religiosas y culturales tradicionales, temazcales, bailes o danzas tradicionales, etc., son solo algunas de las actividades que nuestras comunidades ofrecen al visitante.

Así mismo, nuestras comunidades de Tlatlauquitepec también pueden ofrecer la experiencia de poder conocer el proceso productivo de los vinos o licores artesanales, algo tan noble y genuino como cultivar las frutas de temporada y que hoy ha generado no solo el crecimiento de dicha actividad tanto en las comunidades como en la cabecera municipal, sino que además, puede ser factor de motivación yconformación de una posible ruta del vino y licor artesanal.

Según estimaciones de la Organización Mundial del Turismo, entre 2010 y 2030 se prevé que las llegadas internacionales a los destinos emergentes crezcan a un 4.4% anual, siendo el doble respecto a las economías avanzadas. Se calcula que las economías emergentes recibirán cerca del 60% de los turistas mundiales en 2030 (OMTNU, 2013).

Además de una posible e importante crecimiento constante y dinámico en Tlatlauquitepec, otra razón para prestar una atención especial al turismo en el espacio rural es la creación de una política ambiental, la cual contemple una responsabilidad entre esta actividad y su impacto en el ambiente. Lo importante de esta idea, es que la fortaleza del turismo depende, en gran medida, de la salud del ambiente.

Los turistas y viajeros demandan cada vez más actividades específicas que les permitan recorridos turísticos con experiencias únicas y que hagan de su viaje un recuerdo inolvidable.

Al Turismo Rural, lo debemos entender como el conjunto de actividades turísticas que permiten al visitante entrar en contacto con comunidades rurales y establecimientos que conservan su identidad cultural como elemento de diferenciación.

Considerar al turismo como factor de introducción y que ayude a inducir al desarrollo, debe ser la premisa que guíe al sector en el mediano y largo plazo, para generar una oferta equilibrada y sustentable que responda a las expectativas de las comunidades y de la demanda turística nacional e internacional.