[sg_popup id=»7297″ event=»inherit»][/sg_popup]Firmando la nómina municipal, la muerte a Carlos Herrera fue a visitar, la sorpresa del entredicho fue tal, que la firma le salió mal y de la silla casi de cae.

Ah, pero que caray, mi gobierno acaba de iniciar, ¿tan pronto al panteón me va a llevar?, dijo Carlos nervioso y a la guadaña no le quitaba el ojo.

¡Nada de eso! dijo la malora muy fuerte, no es aún la hora de tu muerte, pero si estoy muy al pendiente, de lo que haces a diario, Presidente, sólo vengo a que unas cosas me cuentes.

Pasé por aquí a saludar, quiero ver qué cosas harás y cómo Atempan vas a gobernar, pero déjame sentar, muchas almas llevo ya, creo compraré otro costal.

Me dijo el alma fiel, que camiones de basura tendrás tres, que más policías contratarás, para la seguridad pública incrementar y que la recaudación con el pueblo vas a negociar.

Si Señora así es, muchas ganas le echaré, siempre y cuando me deje usted, trabajo mucho hay por hacer y con gusto lo vamos a hacer, ir al limbo no es de apetecer, ni en el infierno queremos arder.

La muerte con voz firme y mostrando sus ojos ardientes, dijo a Carlos mirándolo fijamente, sosteniendo la guadaña fuertemente y rechinando sus feos dientes.

Aquí está el arma ejecutora, se lleva mil almas por hora, si no cumples lo que prometiste en campaña, vendrá por ti cualquier mañana, se dará gusto doblando por tu alma la campana.

Nada de eso por favor, dijo Carlos con entrecortada voz, todo cumpliré sin resquemor, ya le dije que mis huesos, no están listos pal’panteón.

Deme chance por favor, ya verá que no habrá error, finanzas sanas Mario me entregó y con más obras y servicios el gobierno finalizaré yo.

Bueno pues, ya me voy, no te olvides de la guadaña, ella siempre ataca con saña, a los que no cumplen su palabra, tú sabrás si al pueblo le fallas, en el campo santo tendré tendida tu cama.

Mañana por la mañana, tocaran fuerte las campanas, me llevaré unas cuantas almas, de la comunidad de Atzalan, pero que no te cause alarma, para tí hoy no hay guadaña.