El 15 de septiembre es vigilia de Fé y Esperanza.

Es anuncio de transformación e innovación….

Es oportunidad para renovar confianza y optimismo…

Es compromiso para recordar que los mexicanos y las mexicanas somos auténticos y que podemos lo que queremos, porque somos libres, independientes, autónomos y soberanos.

Por eso nos reunimos en la noche de cada 15 de septiembre, para anunciar las buenas nuevas desde hace 208 años. Lo hacemos para agradecer, admirar y venerar a los hombres y las mujeres que hicieron posible que tuviéramos mejores posibilidades y capacidades para seguir siendo libres y hacer de la libertad la razón de ser y la dignidad del hombre.

Como recordaremos, 300 años de coloniaje habían construido razones y energías suficientes para eliminar la esclavitud, el sometimiento y la humillación que habían condenado a nuestros ancestros a soñar a oscuras, a dibujar solo en el vacío y a perseguir, titubeantes, una luz lejana e imposible..habían condiciones para cambiar sus fatalismos.

Indios y criollos, mulatos y zambos todos hurgaban en lo mismo y con igual desesperación y enojo fueron engendrado las energías que les permitieron cambiar la historia, porque la historia es sabia si se le sabe intervenir y resuelve a favor.

Eso fue lo que sucedió ya en la madrugada del 16 de septiembre con un solo grito.

Fue el grito de dolor.el Grito de Dolores el que cambió nuestra historia.

Fue el grito de redención que modificó la inercia que nos habían condenado a ser extraños en la misma tierra donde habíamos nacido.
Fue el Grito de Dolores la fuerza que permitió a nuestros padres y a nosotros, reconocernos propietarios de este territorio al que ya pudimos reconocer como patria..

Fue también ese grito la razón que nos permitió aceptarnos iguales de una misma familia y reconocernos como hermanos y nos confirmó como uno solo frente al mundo y nos hizo independientes.

Por eso el Grito de Dolores es la voz, la ideología, la estrategia y la lucha que nos hizo libres para siempre, nos dio Patria y permitió nacer a México.

Esto es lo que, cada 15 y 16 de septiembre celebramos y lo hacemos libres y dueños de nuestro destino como nuestros padres de la patria lo soñaron. También lo entendeos como herencia invaluable que nos concede un patrimonio único e irreversible que heredaremos a nuestros hijos.

Al reproducir el Grito de Dolores, recordamos su símbolo y sus consignas y nos reconocemos nuevamente, multiplicamos sus energías y sus capacidades, porque es ese mismo grito, 208 años después una fuerza mas vigorosa que nos permites seguir siendo libres e independientes

Cumplimos también con nuestra conciencia y gratitud a Miguel Hidalgo ya todos los conspiradores que se atrevieron a romper para siempre esa “GABELA” vergonzosa que como dijo el Padre Hidalgo, solo conviene a los esclavos y que “hemos llevado hace tres siglos como signo de la tiranía y la servidumbre” para hacernos entender que “Sin patria ni libertad, estaremos siempre a mucha distancia de la verdadera felicidad”..