La campaña llegó a su punto más álgido, aún faltan 17 días para la votación, pero ya todos conocemos o asumimos que será Miguel Barbosa el que alce los brazos en señal de triunfo, durante este proceso, el candidato se ha visto apoyado por personajes de todos los sectores sociales e ideologías políticas, muchos presumen su cercanía, dando a entender que recibirán el cobijo y protección del próximo Gobernador, tal es el caso de Loeza Aguilar, presidente por tercera ocasión de Tlatlauquitepec y que arrastra una sanción administrativa por irregularidades en su primera administración.
El mismo candidato se refirió a Loeza como su «amigo», aunque bien sabemos que en política no hay amistades, sólo hay aliados y opositores, para comprender mejor el mensaje de Barbosa, Loeza Aguilar es su aliado, cabe señalar que este comentario del candidato hizo que los presentes fruncieran las cejas, recogiendo la nariz y arrugando los labios, vamos, una clara señal de rechazo a las palabras del próximo Gobernador.
Pero así como hay aliados incómodos, también están los que aprueba el candidato y sobre todo, los electores, si bien hay tlatlauquenses en servicio en los tres niveles de gobierno, hay uno que representa a su Municipio y Estado en la Cámara de Diputados Federal, tal es el caso del Profr. David Bautista Rivera y que es de los verdaderos aliados, no sólo del candidato, también del municipio y pertenece a los de imagen pública sana y que por esa imagen han ganado la aceptación MORENA en la población.
Los ciudadanos ven con esperanza que los que rodean a Barbosa son gente de buena lid, vamos, los morenistas de inicio, los que estructuraron el partido en el Estado, los que batallaron desde hace mucho con Andrés Manuel, pero también la ciudadanía conoce y hace «fuchi» a los que se pegaron como chicle de mesa.
Barbosa tiene dos tipos de aliados, los conoce y dará a cada quien su lugar en la mesa, sabe que tiene aliados que ayudarán a Puebla con el presupuesto en la Cámara de Diputados Federal para combatir las necesidades apremiantes de los poblanos y confía en ellos, así como también sabe que tiene «aliados» en el Estado que esperan con ansias el presupuesto para gastarlo, más no invertirlo en el bien común.
Entonces llegamos al tema Tlatlauquitepec, David es aliado de Barbosa para el beneficio de Puebla y el municipio, mientras que Loeza es su «aliado» porque sabe que es mejor estar bien con el jefe, como lo estuvo alguna vez con Rafael Moreno Valle, pero es por su interés personal, nunca por el bien del municipio.