Claro que fue excelente la presentación en la sociedad política mexicana del partido MORENA, muchos partidos deberían estar analizando los porqués y otros como evitar se repita este fenómeno.

Pero MORENA debe estar pensando en algo diferente.

Las últimas elecciones no resultaron lo que esperaban.

La verdad es que no les alcanzó la energía, o calcularon mal.

Es cierto que pusieron a temblar a los partidos grandes, pero solo eso, a temblar. Pero los objetivos de una elección no son solo eso. Se quiere ganar y en realidad no ganaron lo que pensaban ganar.

Deben estar preocupados, más allá de las poses valientes y de las declaraciones hirientes.

A lo mejor a los de MORENA se les olvidó lo que dicen aquí en el rancho…bueno, el PRI no está manco, ni mocho..el PAN solo estaba agazapado y el PRD, esperaba su oportunidad, sabía el PRD de su costo de oportunidad y vaya que lo ejercieron bien.

Los años de campaña política sostenidos por Andrés Manuel López, fueron excepcionales. Como campaña, sus spots pudieron y debieron ganar concursos de marketing político. Fueron demoledores, todos. Movieron, pero no condujeron, al menos no bien.

Sus estrategias mediáticas y de operación en tierra construyeron grandes expectativas, aprovecharon y bien, el enojo de grandes grupos de población, lo indujeron oportunamente al rechazo hacia los viejos grupos de dominación política. Pero sus esfuerzos no fueron suficientes, emocionaron pero no movilizaron.

Hablar de esperanza, no fue lo suficientemente útil, porque no hubo, en realidad, proyecto sustituto. La esperanza es algo abstracto, no da de comer, no da trabajo, no da salario, no da medicinas, no quita lo pobre ni lo olvidado. Además de esperanza los mexicanos estamos hartos, tantos años de pensar en ella, algunos de creer en ella, y sobre todo muchísimos años de ver que no sirve para algo bueno, hacen de la esperanza un buen discurso, pero muy lejos de la posibilidad y la probabilidad de los electores y sus familias.

Póngamelo en centavos, dijo un policía en la película “Las fuerzas vivas” que en los años 70s nos contaba como había sido la revolución de 1910 y como se había resuelto.

Los electores no ganan con solo, condenar meditativamente la corrupción y la impunidad. Es cierto que reconocer estos dos cánceres de nuestra sociedad, es un buen inicio. Es cierto que pensar en sustituir a los malandros corruptos e impunes que se han beneficiado de los puestos políticos y de los recursos públicos es buena intención, pero, siempre el pero… para sustentar un liderazgo suficiente para hacerlo, requiere estar limpio… aquí a lo mejor el gran problema de MORENA en esta elección..

El burro, dicen en el rancho, no puede hablar de orejas. Varios en MORENA serían ejemplos claros de corrupción y de impunidad. Ni modo…somos humanos.

El potencial de voto para MORENA, sus posibilidades de volver a poner a temblar a los partidos políticos grandes y su esperanza de ganar, siguen siendo válidas. Pero harían bien en entender la realidad política de este país y de no cantar victoria, antes de las fechas, sobre todo, cuando se olvidan que, gran parte del tiempo y del esfuerzo de sus años de campaña, lo hicieron solos y el 4 de junio pasado, estuvieron, actuaron todos.

A lo mejor esta es una lección política importantísima. Cuando alguien para ganar piensa que lo lograría, si a un contrincante lo matan, si a otro, lo dejan ciego, a uno más, lo dejan cojo, y a otro lo amarran…. así no funciona la realidad política, porque está visto que aunque maten a unos, dejen ciegos, cojos o amarren a otros, no necesariamente ganará el que lo piense y lo haga.. o como decimos aquí NADIE SABE PARA QUIÉN TRABAJA.