Gran ventaja tenemos los serranos al vivir en medio de la naturaleza, podemos apreciar la vida de una forma distinta, pues nuestro ritmo de vida es muy distinto al de la gente que vive en las grandes urbes; ese ritmo de vida se ve reflejado en gran medida en nuestra alimentación, para los serranos es mucho más económico y saludable hacerlo, mientras que en las ciudades es costoso.

Desde tiempos prehispánicos, por no decir casi desde la aparición del hombre, hay alimentos que han acompañado a la humanidad en todas sus épocas, uno de ellos son las hierbas silvestres.

Los quelites siempre están presentes, para los serranos es muy fácil obtenerlos, pues crecen incluso en nuestros patios, estás hierbas contienen cantidades muy altas de fibra, así como proporcionan vitaminas y minerales en dosis considerables, son portadoras de vitaminas A y C, las cuales ayudan a nuestro organismo en el proceso de cicatrización y son excelentes para fortalecer nuestro sistema inmunológico contra virus gripales, además de beneficiar nuestro sistema óseo y sanguíneo, puesto que son ricas en potasio, hierro y calcio.

Pero pasemos a lo sabroso, aquí en la sierra poblana se consumen todos los días, en diferentes platillos, desde un delicioso y caliente caldo pescado, res o pollo, hasta unos suculentos huevos revueltos con quelites, recetas hay muchas, están dentro del recetario de las abuelitas y como una de las primeras opciones de guisados en estas fechas de Cuaresma.

Y a ti, ¿cómo te gusta comerlos?