Tal y como lo anunció en días pasados, el presidente Andrés Manuel López Obrador emitió un decreto para declarar como área natural protegida el sitio Tangolunda, ubicado en Huatulco, Oaxaca, donde el empresario Ricardo Salinas Pliego operaba un campo de golf.

De acuerdo con el decreto publicado el lunes en la edición vespertina del Diario Oficial de la Federación (DOF), Tangolunda se convertirá en un parque nacional donde se priorizará la conservación de los ecosistemas, la investigación científica y el turismo de bajo impacto ambiental.

«Se declara área natural protegida, con la categoría de parque nacional, el sitio Tangolunda que, de acuerdo con el Marco Geoestadístico, versión 2022, del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, se ubica en el municipio de Santa María Huatulco, estado de Oaxaca, y que abarca la superficie de 110-32-95.37 hectáreas (ciento diez hectáreas, treinta y dos áreas, noventa y cinco punto treinta y siete centiáreas), conformada por un polígono general que corresponde a la zona de amortiguamiento», se lee en el documento.

Mientras que el artículo sexto establece que en la zona de amortiguamiento del parque nacional Tangolunda, quedarán prohibidas las actividades de pesca, de daño a la vida silvestre, «realizar actividades de golf», entre muchas otras.

Ante lo sucedido, el empresario Salinas Pliego se mofó del decreto que involucra al campo de golf que operaba en Huatulco y cuestionó la viabilidad de hacer una consulta al respecto.

«Deberían hacer una consulta en Huatulco para ver si el pueblo está de acuerdo en quedarse sin el campo ¿o aquí no aplica escuchar al pueblo?», lanzó en X (antes Twitter).

Salinas Pliego ha alegado que su concesión vence hasta el año de 2027: «Puesssss no, sigue siendo mío hasta que se termine la concesión jajaja manos les van a faltar», refutó el dueño de TV Azteca en la red social.

Sin embargo, el presidente de México adelantó -el miércoles 21 de febrero- que emitiría este decreto debido a que el contrato de la concesión de Salinas Pliego ya estaba vencido y, además, el empresario no aceptó pagar por el terreno.

«Entonces, no se renovó porque se les planteó que se iba a hacer uso del terreno y que, si ellos estaban interesados, se iba a elaborar un avalúo.

Se elaboró ese avalúo y ellos no aceptaron el precio del avalúo. Y se consideró que ya no era conveniente entregar el campo de golf en concesión porque no recibía nada Fonatur; al contrario, se le tenía que pagar servicios. O sea, era un mal negocio público, pues, y acuérdense que nosotros estamos aquí para defender lo público y los únicos negocios que nos deben de importar son los negocios públicos», dijo en la conferencia mañanera de ese día.