La actividad del robo es un hecho no reciente, está ligado a la humanidad desde que nació en ella el sentimiento de la posesión, es una de las actividades más antiguas y de las que ninguna sociedad está exenta, todos en algún momento hemos sido víctimas de ladrones, lo sabemos y por eso protegemos nuestras pertenencias.

Ningún lugar habitado por el hombre es seguro completamente en el mundo, ninguno, sólo existe una percepción de seguridad, durante muchos años los lugares que las ciudades consideraban como seguros, eran los pueblos. Hoy lamentablemente ya no es así, un citadino puede seguir opinando lo mismo, los pueblerinos ya no lo hacemos.

Tlatlauquitepec hoy está sufriendo un azote de delincuencia grave, los robos a casa habitación se suscitan a diario en las comunidades y orillas de la cabecera, mientras en la zona centro de la misma se presentan robos a transeúntes, mayormente las víctimas son mujeres jóvenes y adultas mayores, así como comercios, en estos ya se genera violencia y uso de armas de fuego.

Hoy en Tlatlauquitepec observamos a muchos policías nuevos, mayormente jóvenes, voy a citar aquel adagio popular que dice » En la forma de agarrar el taco, se ve al tragón», ruego disculpen lo coloquial, pero, estamos viendo, a diario, elementos que no saben siquiera fajar el pantalón en las botas, que además usan boina y pasamontañas, cual si fueran un cuerpo especial de seguridad estatal, federal o militar.

Aunado a la ineficaz y peligrosa forma de portar las armas largas al realizar recorridos a pie o en vehículo, nunca deben apuntar las armas a la población, ¡jamás!, las armas deben apuntar en espacio abiertos hacia arriba, en espacios cerrados hacia abajo, mucho menos se deben sostener en guardia media al realizar recorridos de vigilancia, hay protocolos y se deben respetar, tanto para el uso correcto de la fuerza y portación del uniforme.

Se preguntará usted, ¿qué tiene que ver esto con la inseguridad?, pues todo, estamos ante un cuerpo de policía sin instrucción, en donde la responsabilidad no es de los policías, es de quien los comanda a su más alto nivel, Regidor y Presidente, ellos reciben unas cuantas horas de pláticas en materia de seguridad, cumplen el acuerdo político al nombrar comandante o director, sin importar si los nombrados tienen nociones en el rubro. Es como el Síndico, el perfil es para abogados, pero ponen a otros perfiles y se termina por pagar abogados que lo auxilien o hagan su trabajo y esto ocurre en muchos lugares.

Entonces, pues, de ahí viene la inseguridad, de un presidente que no se interesa porque los elementos estén debidamente capacitados, las labores de la policía municipal preventiva es justamente eso, prevenir, deben prestar auxilio a la población y ser su primer aliado, no dudo que los policías lo quieran ser, pero, ¿su patrón lo será con ellos y con el pueblo?