Foto: @rycardoapolonio.c en Instagram.

Difícil es nacer y dejar la tierra de mis padres, la misma que me vio dar mis primeros pasos y tropiezos, difícil es crecer fuera de tus brazos, mi querido Tlatlauquitepec.

Llegado el momento tendré que partir, con rumbo inseguro, pero con paso firme, mis ojos llorarán al verte perder en el horizonte, aquel que por las tardes siempre admiré.

En el sendero de mi vida, extrañaré los colores del cerro en su pared, el trinar de las aves al amanecer y al anunciar su regreso al día fenecer.

No podré jamas olvidar las risas de la primer amistad, aquella que en mi mente siempre vivirá, sin importar el camino que cada quien deba tomar.

Tus ríos y bosques de mi mente no sacaré, en ellos el amor primero encontré, en los brazos de una hermosa mujer, mi niñez con amor profundo entregué.

A mis padres no defraudaré, ellos me dieron el ser, triunfante los vendré a ver, siempre con un enorme placer, pues sé que algún día, con mucha tristeza, no los volveré a ver.

A mis hermanos siempre en mi corazón tendré, nuestras travesuras y secretos celosamente guardaré, espero un día con ellos volver y recordar el placer, que con ellos fue crecer.

Extrañaré la comida y bebida de Tlatlauquitepec, jamás algo similar probaré, donde sea que esté, por eso tu sazón siempre en mi paladar llevaré.

Amaré, lloraré, reiré, trabajaré y estudiaré, más nunca olvidaré, aquellos días en el parque de Tlatlauquitepec, ni la alegría que al volver a casa mi corazón invadía.

Escucharé muchas campanas en mi recorrido por la vida, pero no se igualarán jamás, al hermoso repica de las campanas de mi comunidad, aquellas que ha la palabra del creador, me llamaban siempre a escuchar.

Mi vida no la deseo hacer fuera de ti, tu eres mi pueblo, mi querido pueblo, la razón de mi ser y el anhelo de pronto a tus fronteras volver, lleno de dicha, espero ver, un nuevo amanecer, en ti, mi querido Tlatlauquitepec.

Con mucho afecto para todos los tlatlauquenses que se encuentran fuera del terruño y que anhelan pronto volver.