Esta columna, más allá de hablar sobre alguna opinión, la escribo en homenaje a dos grandes mujeres tlatlauquenses, Judith y Luz María Báez Vázquez, quienes esta semana han perdido la vida pero que, sin lugar a duda, fueron excelentes mujeres, compañeras, madres, hermanas, pero sobre todo, dos grandes guerreras que día a día con esfuerzo y trabajo, demostraron de que están hechas las mujeres de este hermoso municipio.

Todos los que aquí vivimos, en Tlatlauquitepec, conocimos a doña Judith y doña Luz María, ellas representaban el papel que actualmente tienen las mujeres en el ámbito laboral, ellas honraban a todas aquellas microempresarias, directivas, amas de casa, hijas, madres, abuelas… ellas fueron un claro ejemplo para todas y cada una de las que conforman el género femenino y que día a día luchan por dar lo mejor.

Ellas, al igual que todas las mujeres son el pilar de nuestra sociedad, esa es una verdad absoluta. Pero hablar de la importancia del trabajo femenino en el desarrollo de un municipio como Tlatlauquitepec, no puede pasar por desapercibido, sino más bien, cada tlatlauquense debe ser reconocido y recordado por cada uno de sus cambios que sin pausa se van gestando día a día y que permiten hoy por hoy, por ejemplo, hablar de dos mujeres empoderadas en la sociedad a la que pertenecen. Este empoderamiento siempre partió de su trabajo, del ejercicio de sus derechos, de sus capacidades personales.

Hoy envió mis más sinceras condolecías a toda la familia Báez Vázquez por tan valiosa pero lamentable perdida, hoy no hay palabras para expresar lo que la familia siente.

Pero… ¡Familia Báez Vázquez, pueden sentirse especialmente orgullosos por las mujeres que estuvieron en sus vidas!, quienes demostraron su excelencia profesional en todas las disciplinas. El éxito y los resultados contundentes de su trabajo femenino se volvieron indispensables en el desarrollo de nuestra vida cotidiana en Tlatlauquitepec. Especialmente, ese aporte es sin duda el que marco la gran diferencia y que nos brindaron su amistad a todos los tlatlauquenses.

Quieroa aprovechar entonces este texto, para agradecer y rendir un homenaje a estas dos mujeres y a su familia, pronta resignación. QEPD.